Fuego en tus ojos encuentro cuando señalas la luna escondida,
cuando gritas a los astros tu pasión desnuda.
Lumbre en tu boca encuentro cuando tu delirio centellante descubro,
tus manos en brasa se convierten al dibujar con arrebato
el incendio que carcome mi fogata interna.
Resplandece tu piel cuando palabras necias ensordecen,
arde tu lengua cuando la furia del silencio reclama.
Prendemos luces cuando juntas dibujamos estrellas marinas,
derretimos corazas, incendiamos caretas
cuando el alma descubierta se encuentra.
Ímpetu carmesí se vuelve aquello que somos y que hemos sido
Porque la llama en llamarada se transforma al mencionarnos
cuando la brasa se muda de lumbrera, cuando
chispeante se convierte el amor que no se dice,
el amor que se pregona sin mover los labios:
como un beso.
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