sábado, 25 de septiembre de 2010

después de leer a Eduardo Olaiz

Dios no entiende lo que digo, él no habla como yo.
Siempre he dicho que es el más prostituido, en pocas palabras es una ramera, acepta que todo mundo lo mencione, pero no entiende lo que digo. Se ´preocupa por su yo, eso es lo más importante para él.
No entiende lo que digo, lo visito, le hablo, salgo y siento vacío, siento nada porque no me ha entendido. No hablamos el mismo idioma. Yo hablo de abismos, de locura, de poesía, él habla de gente, de alegría, de vivir.
No entiende lo que digo.
Lo hemos hecho soberbio, magnificado, mitificado.
Dios no entiende lo que digo, él habla de luz y yo de tinieblas, de desolación, de soledad.
“He perdido mi alma, qué más puedo perder”.
Dios no entiende lo que digo.

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No tengo tus ojos, no puedo verte, no puedo verme. Dime cómo soy, dime qué me pasa a las tres de la mañana que despierto llena de angustia, llena de sudor. Dime qué siento al ver la luz en medio de la oscuridad, dime qué hay en mí, dime cómo soy.
Quiero tus ojos, quiero verme, no sólo mi sombra, quiero verme de verdad. Dime cómo soy, aunque sea lo último que yo sepa antes de morir.

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Tengo un grito en la garganta que quiere gritar soledad.
Tengo un aullido en la mirada que quiere decir a los cuatro puntos cardinales que hay nada.
Sólo sé escribir que significa perder el tiempo,
perder la vida,
perder la felicidad,
porque cuando escribo callo y cuando callo escribo.

Soy intolerante a la palabra vacía,
soy tolerante ante la poesía, tengo diligencias.

Amo al genio muerto.
Amo al vagabundo devastado,
al hojalatero de la vida,
al curador de arte al recolector de la basura humana.
Amo al árbol paciente que espera su muerte tranquila y otoñal.
Amo al agua, al mar, a las olas aguerridas y sonoras,
al cactus defendiéndose de la carroña,
al mate unificador de la palabra,
a la tinta: eco de lo dicho,
al silencio: eco de la nada.

Si no hay silencio no hay enseñanza,
si no hay palabra no hay silencio.

Amo tus labios al moverse.
Amo tus manos cuando hablan.
Amo tu cuerpo cuando calla.
Amo la imagen melodiosa y sencilla.
Amo a la condición humana por compleja e inentendible.
Amo el rojo por ser sangre de mi sangre.
Amo a la muerte contemplativa y silenciosa.
Amo al misterio de tus ojos.
Amo al tranvía cuando tú lo abordas.
Amo la calle silenciosa, amo al discurso sin mentiras.
Amo la melancolía por ser sincera.
Amo la locura por ser coherente.
Amo la invitación al pánico que es la realidad.
Amo la vida por ser mortal.
Amo a mi sombra por no dejarme sola.
Amo al caracol por dar la vida.
Amo tus piernas por ser tersas y delicadas.
Amo mi reflejo porque desaparece lento.
Amo al fin del mundo por sus fiordos imponentes.
Amo tus manos porque me reconocen.
Amo tu palabra porque me nombra.

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Que Dios me perdone por blasfemar ante su rostro, por amarte sin vergüenza y sin ataduras, por caminar debajo de la mierda, por conmemorar a la muerte y por seguir a la sin razón, por buscar el nombre de Dios debajo de las piedras, por rezar leperadas en mis sueños, por esperar verte en un obús, por taladrar las hojas de los árboles, por imprecar a los 600 santos, por maldecir al santísimo frente a frente. Que Dios me perdone por seguirte sin descanso, por amarte con lujuria, por no escucharte e imaginar desnudos tus muslos y la entrepierna, por tocarte lascivamente. Que Dios me perdone por existir sin su imagen debajo de mi almohada.

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Piedad, piedad, piedad
Para el vagabundo

Piedad, piedad, piedad
Para el loco que no sabe lo que hace.

Piedad, piedad, piedad
Para el hombre que por reflejo mata

Muerte gritan todos

Yo digo piedad para el recolector de mierda

Piedad para la basura humana que son todos,
Que somos todos.

Muerte
A la guillotina, gritan todos

Sed de sangre
Sed de muerte

Golpéalo, mátalo hasta que sangre, hasta que quede nada y nadie lo reconozca.

Pagar unos pesos por matar al sin nombre
Es justo porque estorba

Piedad señor
Piedad señora

Él no es el verdugo
Es usted mismo
Acéptelo.

Les señalo porque estoy segura de su culpabilidad.

Muerte, muerte, muerte
A todos los condenados

A la guillotina sin piedad.
Quién es el verdugo, quién es la víctima.

Usted o yo
Ellos o nosotros

Piedad
Sangre
Piedad
Muerte
Perdón
Exilio
Piedad
Sangre
Muerte
¡Basta!
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Nadie recordará mi nombre el día de mi muerte.
Nadie recordará mis letras el día del juicio final.
Nadie me reconocerá el cuerpo flagelado por la vida.
Nadie se sentará conmigo en la silla eléctrica.
Nadie me dará la mano antes de partir.
Nadie aceptará echar el último puño de tierra aunque sea por compasión.
Nadie dirá mi nombre por última vez en el cementerio.
Nadie, nadie, nadie
Estará conmigo para atravesar el río, no habrá perros ni el mismo Caronte
Me llevará hasta el otro lado para ver la luz.
Nadie, nadie, nadie.
Para qué hablar entonces con alguien si todos desaparecerán el día de mi muerte.

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viernes, 24 de septiembre de 2010

nuevos

Quiero quitarme los anteojos con tu rostro, pero prefiero quitarme la razón…

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DISCUCIÓN SOBRE LA PLAZA

Sobre la plaza mayor lloro. Me siento. Espero. La bandera ondea feliz. Mientras yo bajo la cabeza. Te pienso. Dices cosas. Digo cosas. Me duelen. Te duelen. Después la nada. Silencio. Llanto. Recuerdos. Todo vuelve. Se repite. La enfermedad regresa. Como hiena se burla. Como lepra se queda. Como tormenta acrecenta. Llanto. Silencio. Lluvia. Viento. Todo a la vez. Tengo miedo de tu ausencia. Después un abrazo. El llanto termina. El perdón viene. Un beso cierra la escena. Las palabras quedan. EL dolor se esfuma poco a poco. Un beso regresa.

Nunca me amó. Siempre lo dijo. No sé si agradecerlo o llamarle al rencor. No sé si recordarla o borrarla para siempre de mi vida. Aunque no es tan fácil como dicen. El olvido aún no llega, aún me ronda el recuerdo de la gente en el centro, de la poesía y de la pintura vista en Buenos Aires.
Dice el libro de monstruos enfermos que la tristeza se quita poniéndose en posición fetal mientras se llora; pero nada, ya intenté todo, llorar de pie, dormir boca arriba, gritar bajo la lluvia, decir mi nombre al revés o de día, cantar de madrugada, comer una iguana, acariciar a un perro, conseguir un dragón amigo, bailar bajo la luna, conseguir saliva de gato, hablar con un gigante, pero nada funciona, ella sigue rondando mi vida a pesar de todo. A pesar de mi gripe, de mi angustia, de mis amígdalas inexistentes, de mi páncreas morado. Sigue todo el tiempo murmurando en mi oído su nombre eterno.



ENTROMISIÓN

Veo a una mujer llorar. Me da lástima. Ayer lloraba yo. No sé el porqué de su melancolía, pero me da tristeza. Escribe una carta y llama por teléfono, discute, él no llega, ella inmersa en el desconsuelo le reclama, él calla, él la humilla, ella soporta. Pelean, ella quiere tenerlo cerca, él se va para siempre y cuelga, ella pensativa se queda. Llora de nuevo. Comienza a llover, ella se aguarda bajo el agua que sonora solloza.
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Permíteme escribir nueve letras en tu cuerpo para después poseerlo y que las palabras se evaporen mientras nuestras almas se conocen.

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Cuántas ganas de rezar por mi culpa, por mi culpa, por mi eterna culpa.
Cuántas ganas de rezar tu nombre infinito y misterioso.
Cuántas ganas de tocar tu delgado cuerpo y de ver la luz de tu mirada.
Cuántas ganas de encomendarme a ti en noches como ésta de lluvia milimétrica pero existente, de oler tu cuello largo y delicado de apoyarme en tu vientre de Venus sin manos y sin nombre.
Cuántas ganas de rezarte por mi culpa, por mi culpa, por mi inmensa culpa.
Cuántas ganas de recorrer tu cuerpo con la delicadeza de un girasol en movimiento.
Cuántas ganas de escucharte decir mi nombre a media luz, sin más sonido que el de tu boca.
Cuántas ganas de pedirle a mi locura que te busque por dondequiera hasta encontrarte.
Cuántas ganas de regresar a Buenos Aires y caminar por el sendero del abismo.
Cuántas ganas de encontrarte en el tranvía una día cualquiera.
Cuántas ganas de observarte sin descanso, de memorizar de nuevo tus detalles, de acostarme a tu lado y ver el cielo, de escuchar las olas e inventar caracolas y epigramas.
Cuántas ganas de tocar tus labios y besarte sin hacerlo, de darte la mano y presionarla como queriendo nunca soltarte.
Cuántas ganas de gritar por mi culpa por mi culpa por mi gran culpa.

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No, no, no, comienzo con una negación, no tengo la culpa de nada.
No soy culpable señor de haber matado, de haber acribillado, de haberle dado sesenta y cinco puñaladas en la espalda, de haber saboreado cada una, de haberle torturado sin piedad, no soy culpable señor de pensar sólo en mi venganza y de haberla disfrutado.
Ella provocó absolutamente todo, ella ofendió sin parpadear, sin que su estómago se contuviera, sin que su páncreas le advirtiera, sin que su iris la detuviera, ofendió, gritó, golpeó, nada la detuvo, nada. Yo no soy culpable, todo fue culpa de ella, ella me llevó hasta el límite, ella, nadie más. Mi esófago estaba tranquilo, mis tendones estaban en paz y mis músculos no sentían la corriente eléctrica atravesar por cada uno de ellos. Mi boca no salivaba, mi angustia estaba en silencio. Pero sólo habló ella y todo se desató, la electricidad, los calambres, el nerviosismo, mis dedos temblaban y las piernas respondían demasiado rápido. Ella, ella, ella, la misma sombra que me acompaña siempre quiso destrozarme y yo no lo iba a permitir. Jamás. Nunca. Por esa razón torturé y acribillé a mi propia sombra, aunque haya sido a mí mismo. Todo lo hice viendo al espejo, todo salió como yo lo planeaba, primero la torturé, le arranqué las venas de los brazos, luego le saqué los ojos, luego le apuñalé la espalda y terminé cortándole la cuello. Todo lo vi frente al espejo. Me fui junto con ella, pero qué importa, porque terminé siendo víctima de mi propia sombra, aunque haya estado en mi propia muerte. La maté, por fin la maté, me acosaba, me seguía, ya no la soportaba. No me arrepiento. No soy culpable de nada señor. Y de haberlo sido, tengo las mismas heridas que ella y he muerto igual que ella, no se me puede juzgar ahora porque no soy culpable de nada. No, no, no.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Veracruz

Deje que entre en su alma, deje que entre en su vida, será la brisa que le acaricia el cabello y los ojos y las manos, deje que entre en su miedo, en su confianza, en su equilibrio, en su angustia, deje que sea parte de sus alegrías y que le ponga luz a su vida, deje que Veracruz entre de lleno en su vida y en su alma…
Veracruz es el estado ubicado en el sur este de México es correctamente conocido como Veracruz de Ignacio de la Llave. Con una población de 7 Millones de habitantes y una extensión territorial de 72 mil kilómetros cuadrados es el centro cultural del sur de México.
Al oriente Veracruz tiene una frontera con el Golfo de México. Veracruz es el lugar en cual inició la nueva historia de México con la llegada de Cristóbal Colon y los españoles hace 500 anos. Cuando llego la armada española había tres culturas importantes y autóctonas en Veracruz. Los Olmecas, los Huastecos y los totonacas cuales apoyaron los Españoles en la guerra contra los Aztecas. Muy famoso y todavía lleno de mitos es la cultura de los Olmecas. Sus increíbles obras del arte como los Cabezas Olmecas por ejemplo tienen fama en todo el mundo. Pero también los Huastecos dejaron muchos rasgos de su cultura como es visible todavía en Panuco.
Hablemos de viajar a ninguna parte, hablemos nada, digamos silencio, leamos nuestros corazones, palabras aclamadas por el viento, vayamos a San Juan de Ulúa, a Antigua, a la casa de Cortés, a Quiahuistlán, nademos en el río Grijalva, en presas, seamos libres por un instante, caminemos por el puerto, comamos una empanada, un raspado y escuchemos el mar golpeando el malecón. Seamos uno con las olas, vayamos al parque Zamora y bailemos danzón vestidos de blanco, tomemos un café en la parroquia, cafetería típica de Veracruz, Escuchemos música en el parque, comamos mariscos, compremos alguna artesanía en el mercado.
Nade en el mar veracruzano, que es noble, sutil, empedernido, la arena es firme, oscura, tome una cerveza en una palapa cualquiera y escuche la guerra marina, salada; recoja pequeñas conchas de recuerdo y vea los caparazones de los caracoles que yacen muertos al lado del mar, confabulándose con la arena.
Vaya a Antigua, donde se une el río Grijalva con el mar, justo donde termina uno y comienza el otro, los caracoles yacen como en una pintura surrealista, véalos bien, verá que forman infinidad de texturas al inicio del mar. Tome café con canela al lado del río, coma mariscos mientras una mujer le dice su destino.
Visite en el puerto el acuario y entérese sobre la vida marina, descubra las medusas cautelosas y sensibles, la infinidad de peces que existen ahí es sorprendente, aprendamos juntos sobre tiburones, tortugas, pulpos, caracoles; visite el museo naval, sea parte de este puerto. Vaya a San Juan de Ulúa y piérdase en las celdas que en un tiempo fueron terrenos infrahumanos para los presos, tómese fotos y visite el museo de sitio en donde se enterará de la historia de este fabuloso lugar, descubra quién fue el que mandó construir este lugar, disfrute desde aquí la vista hacia el puerto, sienta la brisa llena de historia que le espera al viajero.
Veracruz le espera y sus calles le extrañan para caminar a su lado por las tardes después de comer para tomar una nieve e ir al parque o simplemente escuchar el oleaje enérgico lleno de nostalgia.
Te canto una canción al filo de la madrugada. ¿Quieres ser mi noche perdida?

Espero que un día te vuelvas liana en mi cuerpo, serpiente sigilosa
que se guíe por el olfato y rastree toda mi piel.
Eres signo de interrogación.
Venus en llamas sin manos.
Diosa que bajó del Olimpo para tocar a mortales elegidos.
Tu piel es de mármol.
Efigie ardiente con dientes de tigre.
Tu lengua es violenta y aguerrida, te has escapado de una cárcel de amor,
has huido de un laberinto lleno de trampas, ven conmigo que tal vez puedo
ofrecerte algo un poco más tranquilo.
Te desnudo sin quitarte la ropa, te observo, te imagino, te presiento, te olfateo.
No olvides tu corazón en cama de nadie, guárdalo para cuando estés conmigo.
Mira que si no me cuido me enamoro en el primer descuido de ti, medusa que si te toco me conviertes en piedra. Mira que si lo pienso bien puedo ser toda tuya.
Pequeña acotación en esta presentación de un libro de poesía, sin embargo me parece necesario hablar sobre el 25 de noviembre, sobre la violencia hacia las mujeres...No se espanten, no diré a voz en grito máximas decadentes, no gritaré que somos hipócritamente lo mejor, no daré un discurso barato como muchos que hemos escuchado...
Comienzo en esta ocasión citando a Rosario Castellanos en “Meditación en el umbral”, porque puso en duda una verdad imperecedera sostenida por mitos y normas mágicas y racionales, y por los cautiverios de todos los poderes que nos atrapan a las mujeres. En 1972 su voz adolorida es protesta y rabia; trasciende, porque nombró también la esperanza, cito:
Debe haber otro modo que no se llame Safo
ni Mesalina, ni María Egipcíaca
ni Magdalena, ni Clemencia Isaura.
otro modo de ser humano y libre.
otro modo de ser.
Ella y todas, lo construimos cada día.
Ahora la cito en “Los olvidados de agosto”, porque es un excelente ejemplo, me parece, de uno de tantos cautiverios en los que vivimos, porque ninguna nos escapamos.
- Si lo tuvieras en tus manos y pudieras castigarlo y vengarte ¿qué harías, Cástula?
El ama de llaves retrocedió, espantada.
- Patrón, yo soy mujer. Esas cuestiones de venganza les tocan a los hombres. No a mí.
- Pero fue a ti a quien ofendió, no a tus parientes, que no van a mover un dedo para borrar la afrenta. ¿No te has fijado, grandísima bruta, en lo que ese hombre te hizo? No solo te dejó tirada en el hospital para que te las averiguaras como Dios te diera a entender, sino que te declaró muerta para que los demás no volvieran a preocuparse por ti. Y tu te quedas tan fresca y no le guardas rencor...
- Doña Cástula sabía que merecía el reproche pero no supo qué contestar. Rencor. ¿A qué horas podía haberlo sentido? Desde la mañana hasta la noche, trabajo. Cástula hay que barrer el corredor. Cástula, hay que regar las macetas. Cástula, hay que ir temprano al mercado para escoger bien la carne. Cástula, no remendaste la ropa. Cástula, tienes que ir a atalayar al hombre que vende el carbón ahora que está escaseando. Cástula... Cástula...Cástula...Cástula. En las noches caía rendida de cansancio, de sueño... cuando no había un enfermo que velar.
Rencor... a que hora se siente el rencor. Dolor... dolor se siente todo el tiempo, dolor adolorido, dolor añejo, dolor milenario, dolor heredado. Cansancio... me preguntan si ahora estoy cansada, hablo por mí y hablo por todas, cansada del deber ser, cansada de estar cansada, cansada de amar y darlo todo y recibir poco menos de nada, poco menos de todo. Señaladas somos por nosotras mismas, criticadas y señaladas por nosotras mismas. Somos juez y parte y no lo vemos, no lo aceptamos. Nos latigamos siempre unas a otras. Aquella porque es obvia, la otra porque es femenina, aquella más porque es ruda, la otra porque es gorda, o aquella porque es flaca, la otra porque es una intelectual, o aquella porque es una tonta o no sabe, o no le gusta, aquella porque es buga, a la otra más porque es bisexual, o vestida o transgénero y rara... aquella, la otra, la otra, aquella...
En fin, nos reconocemos, nos significamos en la otra, en la voz de otra. Nos da miedo parecernos a la otra.
(silencio, gran silencio)
Nos violentamos, a eso quiero llegar, a la violencia, la misma de la que hablamos desde este foro o de todos y hablamos de una violencia externa, que provocan, que ejercen los otros, ellos, los machos. ¿Y acaso hemos hablado de esta violencia que ejercemos nosotras para con nosotras mismas, para con la otra?, ¿hablamos de cuando le gritamos a la otra que es una puta? ¿una mala madre, una mala amante, una trailera, un cabrón, una machorra?, ¿hablamos de eso acaso? Podría hacer un ensayo acerca de esto, pero lo que me invita a estar en este foro, es este libro de poesía, de amor, de muerte; no me invita este tema, sin embargo me incumbe y por ello hablo de él y por ello quiero encender una luz en este cautiverio, en esta cueva de ciegos y que todas reconozcamos que hay violencia aquí, como en todas partes, que la ejercemos, que la reproducimos, porque ya introyectada está en nosotras. Y pedir que cuando se hable de violencia, como ya en unos días se hablará, porque lamentablemente hay un día mundial contra la violencia hacia las mujeres, que es el próximo 25 de noviembre, no hablemos sólo del macho golpeador, sino también de nosotras que somos sus fieles cómplices y por ello somos sutil y tácticamente lascerantes...
20 poemas de amor y una canción desesperada se le han cantado a muchas mujeres desde que Neruda escribió esos versos, pero también 20 palabras de odio y un golpe certero a miles de mujeres desde siempre...
El que viva verá. Me viene la idea de que, en secreto,
persigo la historia de mi miedo. O, más exactamente,
la historia de su desenfreno, más precisamente aún, de
su liberación. Sí, de veras, también el miedo puede ser
liberado, y en ello se ve que forma parte de todo y de
todos los oprimidos. La hija del rey no tiene miedo,
porque el miedo es debilidad y contra la debilidad sirve
un entrenamiento férreo. La loca tiene miedo, está loca
de miedo. La cautiva debe tener miedo. La mujer libre
aprende a apartar sus miedos poco importantes y a no
temer al único gran miedo importante, porque ya no es
demasiado orgullosa para compartirlo con otras...
Fórmulas, desde luego.
Casandra, Christa Woolf
El miedo es esperanzador-.
El miedo importante es a los demonios internos, miedo particular y general, todo mundo los tiene.
El miedo que debería dejar de ser importante es a lo exterior, a ser discriminadas, marginadas.
El miedo es esperanzador porque nos protege, es una forma de cuidarnos, hay quienes vivimos en situación de pánico y esto provoca que no nos movamos.

Madrid

Se puede conocer a una mujer hermosa en una calle cualquiera, se puede encontrar también un poema bello en un libro viejo o descubrir que un filósofo hace partituras para piano, o que un fotógrafo hace un texto inigualable con una imagen.
Se puede uno descubrir también por las calles de Madrid caminando y buscando los bigotes de Dalí o a las mujeres de Picasso, o qué mejor que comiendo alguna tapa de jamón serrano o degustando alguna otra parte del cerdo ibérico, cerdo negro alimentado por bellotas y olivos. Deme la mano y demos un paseo por Madrid, ciudad nacida a partir del asentamiento fortificado hispanomusulmán de Mayrīt o Magrit. Madrid es la capital de España, de la Comunidad de Madrid y de la provincia homónima. También conocida como La Villa y Corte, es la ciudad más grande y poblada del país, siendo por ello la tercera área urbana más poblada de la Unión Europea.
Madrid, cuyo clima es mediterráneo y está muy influido por las condiciones urbanas. Los inviernos son fríos, con temperaturas inferiores a los 5 °C, heladas nocturnas frecuentes y nevadas ocasionales. Los veranos son calurosos con medias en torno a los 24 °C en julio y agosto y con máximas que a veces superan los 35 °C.
Su arquitectura es monumental, la mayor parte de los lugares turísticos de Madrid se encuentran en el interior de la ciudad, principalmente en los distritos Centro, Salamanca, Chamberí, Retiro y Arganzuela.
Ir de tapas en Madrid es casi sagrado, es ir a bares y restaurantes a comer y beber, comer gambas, tapas, y beber vino y cerveza. Tomar café de pie mientras se platica del día nada convencional de Madrid. Viajar en tren es algo que el viajero debe hacer, caminar por los parques más representativos de la ciudad, como el parque del buen retiro o el parque lineal de Manzanares, caminar por la calle de Alcalá, la calle de arenal o la calle clavel.
Sabía que la primera cafetería europea se inauguró en Venecia en el año 1645. En España, la primera apertura tuvo lugar en Madrid en el año 1764.
Sabía además que la costumbre de acompañar los vinos o actualmente también las cañas, surge a causa de una enfermedad del Rey Alfonso X el Sabio, por lo que se vio obligado a tomar pequeños bocados entre horas, con pequeños sorbos de vino. Una vez recuperado, el Rey impuso que en los mesones de Castilla no se despachara vino si no iba acompañado de comida, lo cual era de agradecer para evitar que los vapores alcohólicos ocasionaran desarreglos orgánicos en aquellos que bebían.
Si bien esto puede considerarse como algo anecdótico, e inclinarnos más por pensar que la tapa nació, de la necesidad de los agricultores y trabajadores de otros gremios de ingerir un pequeño alimento durante su larga jornada de trabajo.
O podemos ir a la casa del dramaturgo Lope de Vega, al museo africano, al museo de la moneda, al museo de artes y tradiciones populares, o fumemos un cigarrillo al lado de la fuente de Apolo, o al lado de la fuente de la Cibeles. Qué se yo, viajemos en tren por Madrid, cantemos caminando Madrid, recordemos a viejos amores en Madrid.
El centro neurálgico de esta gran ciudad es la Puerta del Sol, punto de partida de la numeración de todas las carreteras del país. De esta plaza nacen diez calles.
La Calle Alcalá conduce desde la Puerta del Sol hacia el noreste de la ciudad. Desde ella se llega a la Plaza de Cibeles, en la que se encuentran lugares emblemáticos como la Fuente de Cibeles, el Banco de España o el Palacio de Comunicaciones. La Calle Mayor conduce hasta la Plaza Mayor, construida y reconstruida en sucesivas intervenciones de los Maestros Mayores de Obras de La Calle Arenal llega al Teatro Real, en la Plaza de Ópera, continuando hasta la Plaza de Oriente, donde se encuentra el Palacio Real. Las Calles del Correo, Carretas y de Espoz y Mina, parten hacia el sur hacia el Barrio de las Letras. En esta zona se encuentran multitud de bares de copas y pubs, especialmente en el entorno de las calles Huertas, Atocha y de la Plaza de Santa Ana. Esta área termina en el entorno de la Plaza de Carlos V, junto a la emblemática Estación de Atocha y al Ministerio de Agricultura.
Caminar Madrid es como estar con la persona amada y recorrer su piel sin escalas, sin preguntas ni respuestas, es como leer un buen libro de principio a fin, es como caminar por el bosque, es una caminata que da sorpresas a cada paso, a cada esquina, en cada aparador, en cada mujer y hombre con el rostro iluminado feliz por estar, por sentir y vivir Madrid.
MEXICANOS: ADOLESCENTES QUE ADOLECEN


¿En qué piensas cuando escuchas hablar de un mexicano? En una persona que trabaja mucho, en un obrero que gana poco; eso contesta un norteamericano, mientras que otro dice pensar en colorido, en folclor y mientras que otro más piensa, en suciedad, alboroto, ruido, pistolas y sombreros. Mientras que el mexicano dice ser chingón, lo y mejor, aunque ante la mirada del extranjero él agache la mirada y siga su curso como si hubiese sido regañado, o al contrario, quisiera ser visto y nombrado por ese Dios terrenal llamado norteamericano.
¿En qué piensas cuando escuchas hablar de un norteamericano? En dinero, oportunidad y éxito, dicen algunos mexicanos, otros piensan en farsa y fraude. ¿A quién escuchar? ¿A quién hacerle caso? Octavio paz en “El laberinto de la soledad” dice:
“Ellos son crédulos, nosotros creyentes; aman los cuentos de hadas y las historias policíacas, nosotros los mitos y las leyendas. Los mexicanos mienten por fantasía, por desesperación o para superar su vida sórdida; ellos no mienten, pero sustituyen la verdad verdadera, que es siempre desagradable, por una verdad social. Nos emborracharnos para confesarnos; ellos para olvidarse. Son optimistas, nosotros nihilistas-sólo que nuestro nihilismo no es intelectual, sino una reacción instintiva: por lo tanto es irrefutable-. Los mexicanos son desconfiados, ellos abiertos, Nosotros somos tristes y sarcásticos; ellos alegres y humorísticos- Los norteamericanos quieren comprender; nosotros contemplar. Son activos; nosotros quietistas: disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos. Creen en la higiene, en la salud, en el trabajo, en la felicidad, pero tal vez no conocen la verdadera alegría que es la embriaguez y un torbellino. En el laberinto de la noche de fiesta nuestra voz estalla en luces y vida y muerte se confunden; su vitalidad se petrifica enana sonrisa: niega la vejez y la muerte, pero inmoviliza la vida”.
Ellos y nosotros, o nosotros y ellos, o nosotros o ellos. EL lenguaje significa, gracias a la palabra existimos, ya que primero existió el verbo, con él se nombraron todas las cosas, la tierra y los hombres, mismos que son, que somos vacío, nostalgia, soledad, búsqueda, temor, angustia, ansiedad, fragilidad, tres puntos suspensivos, silencio, nada, más nada, carencia, contradicción, un laberinto de soledad. Todo esto somos los mexicanos nada y todo, vida y muerte, somos niños abandonados por la madre y recogidos por la chingada, por una madre adoptiva que chinga y ama sufridamente, que mata y amamanta. Nos abandonó la Malinche y nos violó su amante. Las heridas siguen y como lobos solitarios y ensimismados en nosotros mismos, lamemos las heridas en silencio alejados de las miradas ajenas que desnudan y acribillan. Somos víctimas de la historia, resultado de ella como todas las naciones, pero a nosotros nos siguen doliendo las heridas y contemplamos aún la sangre derramada por años intocables.
“El mexicano excede en el disimulo de sus pasiones y de sí mismo, temeroso de la mirada ajena, se contrae, se reduce, se vuelve sombra y fantasma, eco. No camina se desliza; no propone, insinúa; no replica, rezonga; no se queja, sonríe; hasta cuando canta…”.
El mexicano se reserva para los días de fiesta en que se emborracha y grita “Viva México Cabrones”, toma para tener valor, para ser él y justificar sus actos, para ser frenético y nombrarse de mil formas, para tomar fuerza ante los extraños y sentirse por única vez superior, toma para olvidar las vejaciones y ser victimario y dejar de ser víctima. Se le va la vida en un trago y en una nota al cantar “Cielito lindo si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí…”, canta esto al sólo tener unas copas encima y estar fuera de su hermoso México aunque sea por un día, esto es ridículamente cierto. Sin embargo, ejemplifica parte de la psique del mexicano.
¿Qué somos en suma? Somos un adolescente que adolece, que padece su crecimiento, que se resiste a pasar de estadío, que no habla, que es puritano, que se persigna ante el placer y calla, que interpreta e insinúa, somos un adolescente que se cuelga hasta el molcajete con tal de buscarse, aunque lo hacemos desde hace muchos años, nos buscamos con la intensión de no encontrarnos. Nos fusionamos, pero a la vez dejamos marcadas las diferencias para seguir atesorando nuestra originalidad, aunque no sepamos cuál sea ésta. Peleamos por nuestra historia, la defendemos sin saberla a ciencia cierta, la conocemos de oídas, la inventamos porque mentimos para entretenernos, por ello las leyendas y los mitos, nos hace bien creerlos y pertenecer a ellos. ¿Qué somos? ¿Quienes somos? Preguntas que se elabora un joven pueril con barros y grasa en la cara, intelectualoide o vacío, fascinado por Marcos y el Che o enamorado de Frida y Diego, amante de los ipod’s y celulares con cámara, en suma, adolescente en búsqueda de su identidad, aunque ésta esté ahí desde hace muchísimo tiempo.
El amor es un arte
El amor es un arte, sin duda, cualquier tipo de amor, fraternal, materno, paterno, erótico, romántico. El amor es un arte repito, el amor y la seducción son como la poesía, la forma de pensamiento más elevada. Hablo del amor, del que habla Erich Fromm, no del enamoramiento banal y efímero, hablo de ese que nace al conocer, al entablar una relación íntima y profunda, esa que aparece después del enamoramiento, después de la llama y del deseo, de la pasión y de la irracionalidad, esa que la seducción lentamente lleva consigo de la mano hasta esa etapa llamada amor incondicional, o condicional porque generalmente condicionamos al otro para que exista el amor, le pedimos fidelidad, incondicionalidad, etc.
Cuántos tratados hay de amor y de enamoramiento, cuántos charlatanes han existido haciéndonos creer que nos dan los diez pasos para enamorar como si esto se hiciera por paso uno, uno punto uno, o por capítulos, como si el amor fuera una receta de cocina, como si la seducción, cosa diferente al amor, relacionada pero diferente, fueran una unos tips cualquiera para encantar algo. EL amor, es la etapa de pleno razonamiento entre dos personas, el niño no ama antes de los cuatro años a sus padres, incluso ama realmente cuando sabe que sus padres tienen defectos y virtudes, cuando ya no les necesita del todo, cuando se hace independiente de ellos, la necesidad solemos confundirla, la pasión también solemos confundirla con el amor, error continuo de la condición humana, por ello generalmente las relaciones terminan rápido porque entablamos relaciones serias cuando estamos en la etapa del enamoramiento, de la pasión creyendo que eso es realmente amor y cuando nos topamos con la persona que tiene mil y un defectos nos vamos para atrás de la sorpresa.
Cuando hablamos de amor solemos caer en lugares comunes, porque lo hemos hecho un lugar común, el amor no es un simplemente: Sentimiento que inclina el ánimo hacia lo que le place, amor de los hijos, de la gloria, sentimiento apasionado de una persona hacia otro sexo o del mismo sexo aunque Erich Fromm les llame desviados, persona u objeto amado. El amor no es sólo eso, si fuera así sería simplificar el arquetipo más concurrido y por el que se mueve el mundo desde siempre. El amor a algo o a alguien es fundamental en los seres humanos. Todos estamos necesitados de amor, bien lo menciona Erich Fromm, todos hacemos hasta lo imposible por no estar solos, por ser amados, por estar con alguien, el amor erótico y romántico es el que provoca grandes guerras internas y externas, grandes altibajos personales, grandes intempestades en el conciente e inconciente de la condición humana.
El amor, el amor, el amor. El amor mencionado por todos es como Dios, el más prostituido, porque todo mundo lo menciona sin saber en realidad de qué se trata, pero tal vez así deba ser para poder encontrar el verdadero significado del amor que está en cada uno de nosotros, en lo más interno, buscar en el yo interno basado en las experiencias y ahí está, el verdadero significado del amor sin confusión alguna. Sin embargo, personas dejadas llevar por la pasión nunca encuentran ese significado, nunca lo toman entre sus manos y pueden besarlo. Personas pobres que sólo han mantenido efímeras experiencias denominadas pasionales o costumbristas.
Dice Erich Fromm que por miedo a la soledad, a la separación nos aferramos a alguien o a algo y a eso le denominamos amor cuando solamente es un temor irremediable de estar solos, de vernos en la necesidad de convivir con nosotros mismos.
No es lo mismo decir te amo porque te necesito que te necesito porque te amo, la segunda frase es el verdadero amor, es necesitar porque en realidad se conoce a la otra persona y se le ama porque se le conoce, mientras más conocemos el lado oscuro y blanco del otro y le aceptamos como es más le queremos, más le amamos.

LOS CABOS

Los Cabos, situados en el extremo sur de la Península de Baja California, sorprenden al visitante por el maravilloso contraste que ofrece su naturaleza. Es un lugar mágico donde se conjugan armoniosamente el desierto, el agua cristalina en sus diversas tonalidades de turquesa, el azul del cielo y una amplia gama de especies marinas. El oceanógrafo Jacques Cousteau llegó a considerar esta región como “El acuario natural más rico y hermoso del mundo”. Cada año, a sus aguas llegan miles de ballenas grises, procedentes del Océano Ártico buscando las tibias aguas del El Mar de Cortés que les brindan refugio seguro para la reproducción.
Este paraíso está compuesto por San José del Cabo y Cabo San Lucas, unidos por un corredor de 32 km que atraviesa lujosos complejos turísticos donde su destacan las playas de Palmilla, el Chileno y Santamaría, además de Acapulquito y Costa Azul muy apreciadas por los amantes del surf.
San José del Cabo, ciudad fundada en 1730 por las misiones jesuíticas, es rica en historias y en muchos de sus rincones el tiempo parece haberse detenido. Es sin duda un lugar que merece ser recorrido a pie para disfrutar de su arquitectura y de la gran variedad de tiendas y galerías que adornan sus calles angostas y pintorescas. Las actividades al aire libre son uno de sus principales encantos: golf, tenis, pesca y una gran diversidad de deportes acuáticos. Desde el Zócalo se puede disfrutar de una preciosa vista de la iglesia de San José.
Cabo San Lucas es el sitio de la diversión nocturna por excelencia. Sus restaurantes, bares y discotecas son garantía de las veladas más animadas. Durante el día la actividad gira entorno al mar y a todas las actividades que éste ofrece. Los aficionados de la vida marina disfrutan del contacto directo con colonias de coral negro, coloridos cardúmenes, cañones submarinos, abanicos de mar, cascadas submarinas de arena, tortugas, mantarrayas, tiburones ballena y leones marinos. Un verdadero espectáculo para los sentidos enmarcado por la imponente presencia de El Arco, monumento natural formado por la erosión del agua sobre las enormes rocas que emergen del mar, es su figura más representativa. Es tal su belleza que fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Allí se juntan el agua templada del Mar de Cortés con el agua fría del Océano Pacífico.
La gastronomía de Los Cabos es otro de sus proverbiales atractivos. Los burritos de machaca y los deliciosos frutos del mar rellenos, como la jaiba, pescado y camarón son realmente exquisitos. Las machacas de carne de res, de langosta, de camarón y mantarraya son otra alternativa digna de los más exigentes gourmets.

Los Cabos son un destino turístico versátil que ofrece diversión para todos los gustos. Desde el plan más relajado y tranquilo hasta el más bullicioso y alegre tienen cabida en este paraíso que proporciona a sus visitantes una estadía memorable.
INSERCION
Pesca Deportiva
Los Cabos son la capital mundial del marlin, por ello se celebran varios torneos de pesca de esta especie durante todo el año. Por fortuna, cada vez se hace más popular el sistema “péscalo y suéltalo”. En la costa de Baja California Sur habitan más de 850 clases de peces. Hay gran abundancia de pez dorado, espada, atún, mero, pargo y peto, entre muchos otros. Las mejores playas para practicar la pesca deportiva son: Palmilla, El Arco y el Medano. La pesca en Los Cabos se puede llevar a cabo durante todo el año y existen una gran variedad de servicios de alquiler de botes.

Ninguna espera es demasiada cuando la quimera es Huatulco. Por Jessica Piedras

Volar cincuenta minutos no es demasiado cuando el destino es Huatulco, trescientos segundos de espera para llegar a las bahías de éste hermoso lugar protegido y convertido en reserva ecológica no es demasiada espera. San Agustín, Chacacual, Calaluta, El Órgano, El Mague, Santa Cruz, Chahué, Tangolunda y Conejos son las bahías que nos esperan si somos capaces de aguardar tan sólo esos cincuenta minutos de vuelo, al contrario, podemos ya imaginarnos en medio de la tranquilidad marina y de esas pequeñas cuevas que contemplan el rompimiento de las olas, imaginemos a los peces globo, los caballitos de mar, las estrellas marinas, todo el colorido que se encuentra en los arrecifes de coral que nos esperan en Huatulco. Así, esos trescientos segundos no se nos harán una eternidad.
Las bahías de Huatulco se localizan en la Costa de Oaxaca. Abarcan 35 Kilómetros del litoral del pacifico mexicano y se localizan entre las desembocaduras de los ríos Coyula y Copalita. Por sus condiciones geográficas, las bahías de Huatulco se encuentran accidentadas por montañas y valles, y son bañadas pr varios ríos, lo que le da una belleza majestuosa al paisaje. Su flora y su fauna son exuberantes, contando con una gran variedad de corales.
Entre las actividades que se pueden realizar en Huatulco se encuentran: buceo libre, pesca deportiva, natación, esquí acuático, paseo recreativo en lancha, recorridos por tierra y descensos en balsa por río (rafting). También pueden dejarse llevar por el viento en kayak, recorrer las nueve bahías en yate o catamarán o bien, tomar un romántico paseo en velero al atardecer y
disfrutar del paisaje ya sea en caballo, bicicleta o caminata guiada.
Huatulco fue seleccionado por Fonatur para construir su más reciente desarrollo turístico. El 70% de su extensión es una reserva ecológica y Parque Nacional. Basados en un plan maestro, se construyeron amplias avenidas con miradores, plantas de tratamiento de aguas residuales, parques públicos, marinas, reservas ecológicas, un aeropuerto internacional y un campo de golf de 18 hoyos. El Parque Nacional Huatulco fue creado en 1988. La adición más reciente a la infraestructura turística es el muelle de cruceros con capacidad para recibir barcos de hasta 80,000 toneladas; también cuenta con tiendas, supermercado, joyerías y restaurantes.
Las bahías de Huatulco es el desarrollo turístico más ambicioso de Fonatur. El potencial de esta joya en la costa esmeralda de Oaxaca, cerca de Puerto Escondido, Mazunte y Puerto Ángel, para el ecoturismo y turismo de aventura es ilimitado. Aquí se unen el mar con sus playas y la sierra con sus cañones profundos y ríos.
Qué más puede pedírsele a la vida si en un mismo lugar encontramos gran variedad de fauna, de flora, de paisajes, los mismos que como dirían los egipcios, debemos de atesorar la mayor cantidad de imágenes. Nuestros ojos, nuestra piel y nuestra alma lo agradecerán el día de mañana. Huatulco y sus bahías convertidas en parque nacional, en reserva ecológicas nos recuerdan que el mundo es un habitante más en este universo y debemos respetarle como a cualquiera de nosotros.
El poder caminar, andar a caballo, estar en contacto directo con eso llamado flora y fauna, con eso llamado mar, río, cascada, cueva, pozas, reconforta el espíritu y ayuda a seguir viviendo, a regresar a casa con ganas de volver a Huatulco para ver de nuevo otro atardecer en la bahía Chahué, o caminar por el andador principal de Huatulco y observar el cielo estrellado y el oleaje enfurecido que golpea las semidesiertas bahías.
Cuando nos despedimos de este lugar ubicado en la costa de Oaxaca queremos regresar a Santa Cruz y recordar la leyenda que envuelve a esta bahía, creada en 1587 por Thomas Cavendish quien deseaba destruir la cruz de madera, localizada enfrente del puerto, y sus hombres trataron de llevar a cabo sus ordenes con hachas, sierras y cañones; sin embargo, la cruz permaneció intacta. Esto se consideró un milagro y todos se cuestionaron acerca de la cruz. De acuerdo a la leyenda, la cruz había sido traída por un hombre blanco y barbado vestido de acuerdo a como lo hacían sus ancestros.
Por lo mencionado en líneas anteriores y por mucho más es necesario conocer Huatulco, ese Parque Nacional que alberga una gran riqueza animal y vegetal tanto en la zona terrestre como en la marina. Es indispensable guardar todas las imágenes que ahí se contemplan, todos los olores, sensaciones y silencios que ahí pueden apreciarse. Es menester, en definitiva, para seguir viviendo.



Río Copalita
Cerca de las bahías de Huatulco se encuentra la llamada Piedra de Moros y el río Copalita, ofrece en su cauce, bordeado de bellos escenarios naturales, un magnífico marco para la aventura.
El río Copalita es famoso porque en su cañada puedes sumergirte en la aventura del descenso en balsa o en kayak. En el trayecto del río se encuentran Las Hamacas y la Ceiba, sitios estremecedores por el entorno de selva baja que predomina en el lugar. Las cascadas más bellas y vistosas son "El Chorro", que tiene una caída libre de 25 metros, y "La Grande", que se despeña desde 20 metros de altura. Tal altura hace de estos sitios ideales para la práctica del descenso en roca. Asimismo, en su caída estas bellas cascadas forman pozas, algunas de profundidad considerable, donde puedes nadar y refrescarte.
En el área que circunda este lugar puedes observar una gran variedad de especies de árboles frondosos propios de la selva baja caducifolia, y una gran diversidad de plantas entre las denominadas como rastreras, destacando la existencia de bejucos, lianas y crotos, entre otras.
Otro singular atractivo lo constituye la presencia de una pequeña colonia de mariposas monarca, nutrias o perros de agua.

San Miguel de Allende, una vez que lo nombras no puedes dejar de amarlo.

Silencio porque “hay un universo de pequeñas cosas que sólo se despiertan cuando tu las nombras / todo lo que es bello está esperando tu mirada… “, silencio que un lugar colonial espera tus sentidos para que le contemples. Ese pueblo se llama San Miguel de Allende, es parte del Bajío y del estado de Guanajuato. Área plana, rodeada de montañas, de clima primaveral y a tan sólo cuatro horas de la ciudad de México. Allí te esperan el parque Juárez, una corrida de toros, el Templo de las Monjas, la parroquia de San Miguel de Allende y de San Miguel Arcángel, el callejón de las cañaditas, la casa de Allende, calles pavimentadas con piedra, loseta y cantera. Allí te esperan querido visitante, querido viajero que sueles contemplar la magnitud histórica plasmada en recintos arquitectónicos delicadamente trazados por la mano del hombre, te espera el estado más antiguo del centro de la República Mexicana, te esperan también fiestas todo el año, sanmigueladas que son fiestas parecidas a las realizadas en Pamplona, España; fiestas religiosas, un estado cosmopolita por la inmensa cantidad de residentes extranjeros, ya que San Miguel de Allende les ha llamado para habitar sus casas coloniales, mesuradas y armónicas.
San Miguel el Grande como se llamaba originalmente, fue fundada en 1542 por el misionero Franciscano, Fray Juan de San Miguel. Este sitio es llamado "La Cuna de la Independencia Nacional" En 1982 San Miguel de Allende se convirtió en un monumento nacional y en zona histórica protegida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). San Miguel de Allende es una joya colonial que inspira y encanta, en el que se mezclan el folklore de las fiestas religiosas y sociales, junto con el arte en todas sus manifestaciones. Este lugar tiene calles angostas flanqueadas por edificios con muros de adobe y una abundancia de buenos restaurantes y hoteles. San Miguel de Allende también es famoso por su seguridad, al caminar por sus calles ya sea de día o de noche se puede tener la tranquilidad de que será una relajante caminata sin preocupaciones.
Silencio porque “hay un universo hecho de pequeñas cosas que vuelan sobre tu cabeza si las soplas / hay atardeceres que no acaban de ponerse…” en San Miguel de Allende, por ello invito en ésta ocasión al peregrino, al caminante o al viajero a detenerse en el parque principal de San Miguel de Allende y tomarse un exquisito café para degustar la diversidad étnica: mujeres de las comunidades vestidas con faldas y blusas de colores, hombres y mujeres vestidos formal e informalmente, niños con juguetes, globeros, y por las tardes los mariachis tocando en el centro de la Plaza. La ciudad ofrece museos, teatro, iglesias impresionantes, orquestas de todo tipo de música, mercados en los que encontrará artículos tejidos y llenos de tradición y cultura, galerías y restaurantes con deliciosa comida y por supuesto la amabilidad de su gente. A San Miguel de Allende también se le conoce como la ‘Universidad sin muros’ por su extensa tradición cultural y numerosos centros de aprendizaje. Cabe destacar las construcciones arquitectónicas más sobresalientes como por ejemplo: el Palacio Municipal, antiguamente la casa consistorial construida en 1736; la casa donde nació Ignacio Allende, ejemplo de la arquitectura barroca de la ciudad, sobre todo en su portada, y que actualmente es el Museo Regional; la iglesia y convento de Santo Domingo, sobria edificación de 1737; el convento Leal de la Concepción, que en la actualidad es el Centro Cultural, es una edificación notable por su enorme patio; fue construido en el siglo XVIII; y muy cerca de la ciudad se encuentra el santuario de Atotonilco, construcción del siglo XIII de sobrias proporciones con aspecto de fortaleza y en cuyo interior se conservan valiosas pinturas del mismo siglo.
San Miguel de Allende ha sido desde hace algunos años el paraíso de los artistas por tener una atmósfera bohemia inigualable, por el tranquilo y armonioso paisaje colonial y por el paso obligado para extranjeros y nacionales que al llegar se enamoran perdidamente del paisaje, tanto, como para quedarse a vivir para siempre en esta provincia.
En el transcurso del tiempo ha pasado por diferentes etapas de desarrollo desde la industria textil, la agricultura y al final de los cuarenta en el siglo pasado empezó a desarrollar su nicho artístico y cultural, por eso su estilo de vida es único y no lo encontrará en otra parte. Ha conservado muchas tradiciones y costumbres de su pasado colonial y de principios y mediados del siglo pasado lo cual lo hacen más acogedor e interesante de visitar.
Vivir la Semana Santa en San Miguel de Allende es inigualable, desde el viernes de Dolores hasta del domingo de resurrección, es una experiencia llena de colorido, de ritos y costumbres, de convivencia, de imágenes que jamás podrá contemplar en otra población.
Como ya había mencionado en San Miguel de Allende hay celebraciones todo el año, comienza la Semana Santa con la tradicional procesión del silencio entre marzo y abril, que para quienes la hayan observado sabrán que es una experiencia insuperable porque al no haber otro ruido en el pueblo más que las pisadas de los feligreses recorriendo las calles, las sensaciones de los espectadores van desde un pequeño escalofrío corporal hasta una experiencia mística e inmemorable. Yo que ya lo he vivido, les puedo decir que hasta la fecha, después de muchos años de ser espectadora de la procesión, aun recuerdo el silencio pesado irrumpido por los pasos de los caminantes, y a pesar de que ha pasado el tiempo aun mi piel siente un ligero escalofrío al recordar el silencio entorpecido y milenario. Después de dichas celebraciones llega la Feria de San Antonio de Padua con su desfile extravagante del "Loco"; luego la Feria Nacional del Cobre y la Lana, con atracción de visitantes de todo México: segunda semana de Noviembre; le continua la Sanmiguelada, para los valientes y la carrera desenfrenada de los toros al estilo Pamplona que es definitivamente una de las mejores atracciones del estado, mientras unos corren salvando su honor los otros expectantes y sensatos puede ver los procedimientos desde la seguridad de los balcones, esta fiesta se realiza en septiembre; y para cerrar el año, las celebraciones navideñas al estilo mexicano con posadas que se llevan a cabo a través de la Ciudad.
San Miguel de Allende cuenta también con un espacio consagrado a la conservación y valoración de los recursos naturales. Enclavado en el corazón del altiplano central ‘El Charco del Ingenio’ monumento natural extraordinario. Su nombre procede de una poza natural encajada al fondo de una imponente cañada, a la cual la imaginación popular ha rodeado de espíritus y leyendas que se remontan a los tiempos de la Conquista. Entre peñascos y matorrales asoman aún vestigios de acueductos y obras hidráulicas del pasado. Durante la estación lluviosa las aguas se derraman, formando pozas y caídas de agua y así revelar un magnífico paisaje.
Silencio, silencio porque “hay estrellas que brillan por ahí, lo sé, y existen sitios que nunca pude conocer, por eso ven a ver conmigo el sol, aquel de plata salpicándonos los mares de pequeñas cosas (…) hay una mirada que susurra a mis espaldas cuando los secretos o se dicen o se callan…”, por eso te digo y no te callo: conoce San Miguel de Allende que él te espera para que con el verbo le menciones y pueda despertar feliz bajo tu mirada.








* Citas tomadas de la canción ‘Hay un universo de pequeñas cosas’ del álbum ‘El alma al aire’ de Alejandro Sanz.

PATAGONÍA CHILENA: ITINERARIO DE VIAJE

Después de ocho horas de vuelo llegué a Santiago de Chile a las siete de la mañana y viajé por una avenida recién inaugurada, llegué al hotel, aun maravillada por estar en el sur del mundo, en la tierra de Pablo Neruda y Vicente Huidobro, dos de mis poetas preferidos, escuchaba a escritores argentinos amigos míos diciendo sus versos memorizados y preguntándose qué es un pomelo. En fin, había llegado y deseaba ya caminar por las calles adoquinadas, por metros no tan repletos como los de la ciudad de México, deseaba ya conocer la plaza Moneda, el mercado lleno de colorido, comer los platillos típicos, contemplar el lugar sentada en cualquier parque y observar las hojas caer de los árboles como en pleno otoño y así escuchar la escarcha aniquilada por mis pies, visité la “Chascona” la casa de Neruda, mejor dicho, el barco de Neruda, porque está construida como si fuera un barco y adentro está el fantástico mundo del poeta que tanto amaba a Matilde, su esposa, su amada, su eterna enamorada, su mar, su musa, su diosa; ahí pude ver de cerca los manuscritos del poeta, del capitán, sentí de cerca su presencia y casi le escuchaba cantándole a Matilde por medio de odas y de cantos llenos de amor y de ternura. Seguí por la ciudad, llegué hasta un mirador, de esos en donde si te detienes un poco parece que la ciudad está a tus pies, en donde el viento rompe la piel y el murmullo del silencio conmueve al viajero. Regresé al hotel con mil historias bajo el brazo, a pesar de que aun no sabía lo que me deparaba este viaje inolvidable. Al día siguiente viaje a Punta Arenas, capital de la región de Magallanes y capital de la patagónia chilena, de ahí viajé a Puerto Natales, en donde fértiles valles, lagos y ríos son rodeados de volcanes con nieves eternas y bosques frondosos, ahí me embarqué en el Skorpios III: crucero que recorre los campos y hielos patagónicos. Cómo describirles la sensación de subir una escalinata de madera, cómo hacerles llegar con éstas palabras escritas el viento helado traspasando la ropa y el asombro de estar subiendo a un barco. Adentro nos recibirían para darnos la llave de nuestra cabina. Al entrar al camarote quedé maravillada por sentirme tan lejos de casa y sin ganas de saber de mi vida cotidiana, me recosté en la cama y seguía sin creer lo que vivía, saqué un cuaderno especial para atesorar este tipo de momentos y escribí: Estoy en el sur del mundo y aun no lo creo, en medio del mar estaré los próximos días, a la deriva.” Al día siguiente visité las Torres del Paine, la cueva del Milodón, donde se han encontrado restos bien preservados de éste prehistórico mamífero herbívoro que vivió allí alrededor de 12,000 años atrás. En el parque Nacional pude observar la Laguna Amarga y la Laguna Azul, el Lago Nordenskjol, el Lago Pehoé, Toro, Sarmiento y Grey. Regresé al barco para comenzar el maravilloso viaje hacia los glaciares, en medio de los fiordos y canales hay tiempo para observar la luna, para sentir el oleaje temeroso, dejamos a lo lejos el puerto, navegamos hacia los colosos de hielo. Los litorales llenos de tiempo nos miraban a lo lejos y las sirenas danzantes nos cobijaban con su canto. Bajamos del barco a la mañana siguiente para visitar los primeros glaciales, el Pío XI, el mayor de Sudamérica, el color del hielo tiene una gran gama de azules, es impactante despertar y desde la ventana de la cabina observar un montículo de hielo contemplar nuestro sueño. Los cuatro días siguientes visitamos el Glaciar Amalia, el cementerio de los glaciares, en donde desembocan los montículos de hielo para derretir su alma, desembarcamos en Puerto Edén, situado en la isla Wellington, cuyos habitantes corresponden a tribus nativas de la región, los Kaweskar o Alacalufes. Actualmente viven allí los últimos miembros de esta tribu que está a punto de extinguirse. Cada mañana descendíamos del barco para visitar los monumentos naturales que la Patagónia chilena ofrece al viajero, contemplábamos el agua lechosa por el hielo derretido, el cambio de color de los glaciales, los azules intensos que se plasman en el hielo, la bruma gris que nos entorpecía el paisaje, los pequeños rayos de luz que esporádicamente aparecían. Pero todo esto tiene que vivirlo querido viajero, porque cómo describirle lo que es necesario vivirse, con qué palabras simples describirle montañas, glaciares, estepas, mar lechoso pintado desde lejos por las olas, cómo hacerle sentir el calor sutil que se siente dentro del barco, cómo contarle de un crucero íntimo y amigable y cómo provocarle un frío que penetre sus huesos o cómo decirle que el recorrido del Skorpios III es indescifrable, maravilloso, estupendo, incomparable… No me queda más que citarle querido lector, estimado viajero, lo que los mapuches decían al observar la caída lenta de un montículo de hielo de algún glaciar: “…Se trata de los dioses que hacen oír su voz, y ante eso, la voz del hombre debe necesariamente callar”. Por eso ahora guardo silencio, porque las palabras me son insuficientes para describirle lo vivido dentro y fuera del barco, entre los fiordos y canales, entre cascadas y estepa, entre el hielo y el mar, en medio de la patagónia chilena encontré, en definitiva, parte de mi alma. Por ello le invito con el corazón asombrado por tales bellezas naturales a que visite la Patagónia chilena que silenciosamente le espera y que dejará su alma asombrada si decide usted visitarle.
PUNTA ARENAS: Antesala de bellezas naturales.
La ciudad de Punta Arenas es la capital de la región de Magallanes y capital de la Patagónia chilena. Llamada antiguamente Punta Arenita, traducción literal del nombre inglés "Sandy Point". Ahí se pueden realizar excursiones hacia los principales atractivos turísticos de la región.
Por ejemplo, recorrer los caminos que llevan hacia el Seno Otway, donde se ubica la Pingüinera, con una población estimada en unos 6.000 individuos de esta especie magallánica.
El camino hacia el sector de Río Verde y Seno Skyring en el cual es posible observar una variada fauna; destacando los ñandúes, cóndores, cisnes y flamencos.
Al sur de Punta Arenas puede seguirse el litoral central de la península de Brunswick en la ruta histórica por excelencia. Por ella pasaron alguna vez descubridores y conquistadores, indígenas, colonos y pioneros. La misma conduce a sitios como Fuerte Bulnes y Puerto del Hambre, cargados de reminiscencias legendarias.

PUNTA ARENAS: Pequeña ciudad de cuento.
Al llegar a Punta Arenas, es necesario tomar un taxi para ir al centro de la capital de Magallanes y de la Patagónia Chilena. Destaca la arquitectura y gastronomía de la ciudad, influenciada por los inmigrantes alemanes asentados en la zona a principios del siglo XX. Caminar por las calles adoquinadas de Punta Arenas es como estar en una pequeña parte de Europa. Visitar el mirador es helarse ante lo verdaderamente divino, desde ahí se pueden observar los barcos varados que esperan su salida. Estar en Punta Arenas es observar a las colegialas con abrigos elegantes que tapan sus pequeños cuerpos, es comer una torta típica del lugar, es deleitarse con el arcoiris que valientemente se asoma, es visitar el cementerio y caminar por algunos pasillos solitarios y fríos. Punta Arenas es una pequeña ciudad con estilo alemán que observa a los barcos zarpar y encallar.

Los Cabos.

El acuario natural más rico y hermoso del mundo.
El canto de sirenas cautiva, pero el canto de ballenas hechiza, por esta razón, visitar Los Cabos, embruja, porque aquí podemos extasiarnos durante el invierno, con la belleza de la imponente ballena gris. Y durante todo el año, podemos tener ante nuestros ojos, el acuario natural más rico y hermoso del mundo, como lo dijo el oceanógrafo Jacques Cousteau.
¿De qué lugar exactamente le hablo? se preguntará tal vez el lector en turno. Le hablo de Los Cabos, Baja California Sur; éste lugar está compuesto por dos armoniosas y diferentes ciudades San José del Cabo y Cabo San Lucas, cada una con sus propias características, unidas por un corredor de 32 kilómetros.
San José del Cabo, ciudad fundada por las misiones jesuíticas del siglo XVIII, aun conserva historias no contadas y tiempo detenido en antiguos edificios y en la Parroquia San José; Cabo San Lucas, ciudad juguetona y reciente, habla por medio de sus restaurantes y su excitante vida nocturna. Lugar reconocido en el mundo para jugar golf y destino favorito para buceadores y amantes de la pesca deportiva. Aquí hay gran infraestructura hotelera y variedad de restaurantes, discotecas y bellísimas playas. Dos ciudades unidas por el corredor turístico San José-San Lucas que mezcla la tranquilidad con la algarabía, creando una armonía seductora hasta para el viajero más exigente.
El corredor turístico está ubicado dentro de un paisaje desértico, donde el viajero podrá alejarse de todo, pero al mismo tiempo podrá estar muy cerca de todos los lujos. El corredor está salpicado de increíbles playas, hoteles de clase mundial, villas, condominios privados y magníficos campos de golf.
Ya inmerso en el escenario que le acabo de plantear, imagine ahora “El Arco” figura representativa de Los Cabos, monumento natural formado por la erosión del agua sobre las enormes rocas que emergen del mar. Lugar donde el agua templada del Mar de Cortés se une con el agua fría del Océano Pacífico; y cuando la marea desciende, debajo del arco nace a la mirada del espectador la famosa Playa del Amor, zona predilecta para todos los amantes que desean el paraíso terrenal. No por nada “El Arco” , ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los Cabos es sin duda un destino obligado para todos los apasionados del deporte extremo, buceo, golf, pesca, diversión, lujo, navegación, ecoturismo, kayakismo y surf. También es un recinto sagrado para todos los adoradores de las actividades al aire libre como largas caminatas al lado de la playa o agradables momentos disfrutando un amanecer lleno de exquisito lujo y de espectáculos ofrecidos por la naturaleza. El clima privilegiado de Los Cabos le permite practicar lo que le plazca, porque cuenta con días soleados durante la mayor parte del año y una temperatura promedio de 30° C durante el verano y de 15° C en el invierno. Como puede percibir Los Cabos es más que compras y vida nocturna.
En Los Cabos podrá bucear y estar en contacto directo con colonias de coral negro, coloridos cardúmenes, cañones submarinos, abanicos de mar, cascadas submarinas de arena, tortugas, mantarrayas, tiburones ballena y leones marinos.
Desierto y mar se unen en Los Cabos, por eso es un sueño hecho realidad. Además cuenta con veinte inigualables playas que abarcan 80 Km. y cada una tiene sus propias características, le citaré sólo algunas: San José, El Chileno, Costa Azul donde podrá surfear; Palmilla, la playa más popular para nadar en el área de San José; Santa María, una pequeña playa donde esnorquelear; El Médano, de varios kilómetros de largo donde podrá practicar todos los deportes acuáticos, ofrece restaurantes y otros servicios; la Playa del Amor, donde podrá percibir la división entre el Mar de Cortés y el Océano Pacífico.
Encontrará también en Los Cabos, el Parque Nacional Marino Cabo Pulmo, único arrecife de coral duro de la costa del Pacífico; el Estuario de San José del Cabo, santuario tropical, hogar de 150 especies de pájaros; una embarcación japonesa encallada en 1964; el Parque Nacional Marino y una reserva natural de la ballena gris, sitio de gran importancia a nivel ecológico por ser la cuna de estos mamíferos (se calcula que llegan 20,000 ejemplares a Los Cabos). Además disfrutará de una exquisita gastronomía típica del lugar, como el platillo distintivo y regional que no debe perderse: las aletas de caguama (tortuga gigante de mar) rellenas. Tampoco puede dejar de probar los burritos de machaca y los deliciosos frutos del mar rellenos, como la jaiba, pescado y camarón. Disfrute de las machacas de carne de res, de langosta, de camarón y mantarraya.
Disfrute en suma de Los Cabos, Baja California Sur, porque éste lugar le espera con impaciencia.

Pesca Deportiva en Los Cabos, deporte común en un lugar extraordinario.
Los Cabos ofrece una inmensa variedad de actividades acuáticas por la sorprendente vida marina en el Mar de Cortés y en el Océano Pacífico, entre las actividades que sobresalen están, el buceo, surf, kayakismo, navegación, ecoturismo y pesca deportiva.
Los Cabos es la capital mundial del marlin, por ello varios torneos de pesca de marlin se celebran durante todo el año, es interesante acudir a dichos torneos como espectador o como competidor profesional.
Además del marlin, en estas playas, se pueden pescar otras variedades de peces, tales como el dorado, pez espada, atún, peto, mero y pez gallo, entre muchos otros. 850 clases de peces habitan la costa de Baja California Sur, por ello se ha convertido en un paraíso para los que gustan de practicar la pesca deportiva todo el año. Las playas en donde se puede practicar dicho deporte son: Palmilla, El Arco y El Médano.
Los Cabos incita a la pesca, por la riqueza de su fauna, por el viento, las olas y el agua del Pacífico mezclada con la del Mar Cortés. Los Cabos ofrece la oportunidad de pescar los 365 días del año. Así que tome su equipaje y las herramientas necesarias para una buena pesca y venga a divertirse a lo grande, pescando y deleitándose con el paisaje que ofrece éste lugar extraordinario.

Atotonilco

lugar de agua caliente

Llegar a Atotonilco es como llegar a Comala en busca del padre perdido casi inexistente. A tan sólo veinte minutos de San Miguel de Allende sobre la carretera hacia Dolores Hidalgo se encuentra el Santuario de Atotonilco construido en el siglo XVIII dedicado a Jesús de Nazaret. De éste recinto el cura Miguel Hidalgo tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe con el que abanderó sus ejércitos. Cuando se entra a dicho Santuario es inevitable conmoverse ante la arquitectura barroca, los frescos plasmados por doquier y los versos escritos en los mismos, hechos por el fundador del Santuario en 1748, Luis Felipe Neri de Alfaro. Lo que más impresiona de esta iglesia o para ser exactos, de este conjunto de iglesias, porque se forma de siete capillas y seis camarines, es la pintura del artista sanmiguelense, Antonio Martínez Pocasangre. El claustro se utiliza actualmente como centro de retiro espiritual y peregrinación de los fieles. A un escaso kilómetro del Santuario hay un manantial de aguas térmicas, cuyas propiedades curativas eran estimadas desde la época prehispánica, motivo que contribuyó a la construcción del templo que suplantara las costumbres. En definitiva su entorno semidesértico evoca al retiro, a la contemplación, meditación y a la búsqueda del yo interno.

Morelia

Morelia, historia arquitectónica de una nación.
Dicen que Morelia es historia, arte, cultura, arquitectura monumental, diversidad de paisajes; dicen también que todas las calles llevan siempre al viajero a algún parque, palacio, iglesia o jardín. Es imposible no toparse con algún busto o estatua de Morelos, ya que el actual nombre de éste lugar substituye al de Valladolid, porque en 1828 se decretó honrar la memoria de don José María Morelos y Pavón, héroe nacional, quien en Morelia nació el 30 de septiembre de 1765.
Morelia es sin duda un cuento que habla de la arquitectura, platica historias por medio de sus construcciones, por medio de su cantera rosa que hacen del lugar, en ocasiones, un lugar monocromático.
La historia de este lugar comienza con los matlalzincas quienes poblaron durante el siglo XIV o XV el valle de Guayangareo, actual Morelia, con el consentimiento de un cazonci purépecha. Algunos historiadores coinciden en que se les otorgó como recompensa, por haber participado en la defensa del imperio purépecha durante la invasión de los tecos de Jalisco.
Ya instalados en este valle, cuyo nombre significa loma chata y alargada, los matlalzincas recibieron el nombre de pirindas, es decir, los de en medio, por la ubicación del lugar, al cual ellos llamaron Patzinyegui.
En el período colonial arribaron a este lugar los franciscanos Fray Juan de San Miguel y Fray Antonio de Lisboa, quienes formaron una escuela donde enseñaban el catecismo, las primeras letras del castellano, música, artes y oficios; a su vez, ellos aprendieron el idioma de los naturales. Con esto, el valle entró en una etapa de notorio florecimiento. Tiempo después, algunos españoles avecinados en el lugar, solicitaron a la corona española para que les cediera terrenos para fundar una ciudad; la reina Juana, en cédula del 27 de octubre de 1537, se los concedió y así formaron una nueva población con el nombre de Valladolid. Se hizo el trazo de la ciudad y llegaron pobladores, entre ellos, frailes, indígenas y colonizadores; así es como se levanta el acta de su fundación el 18 de mayo de 1541 y en 1545 Carlos I de España y V de Alemania otorgan el título de ciudad a esta reciente población.
Comienza entonces a construirse parte de esa Morelia que el viajero conocerá por medio de estas letras o por medio de sus sentidos si es que se anima a viajar conmigo a una Morelia colonial.
Primero Valladolid, tenía espacios grandes en plazas, calles e interiores. Por lo general, las casas se desplazaban en una sola planta, dando un aspecto de horizontalidad a la ciudad.
El viajero podrá disfrutar aun de las primeras construcciones hechas en Morelia; son aquellas que tienen un patio principal y corredores laterales; el zaguán suele estar abierto y en el patio principal los lugareños suelen estar “tomando el fresco”, mientras observan a los transeúntes caminar y asomarse con curiosidad a sus casas. Esto parece no molestarles y al viajero le dará una sensación de confianza. Éste patrón arquitectónico prevaleció durante cuatro siglos, lo cual le dio una cierta homogeneidad al lugar. Sin embargo en el centro de la ciudad podrá usted ver una gama de estilos del Art Nouveau y del Art Déco. Podrá observar también el principal material de construcción: cantera de tono rosado, la cual se cubría con cal apagada para protegerla, aunque en el siglo XVI los techos inclinados con viguería prevalecieron, para después utilizarse loseta y vigas de madera.
Así, siguiendo por las calles de Morelia y por la historia de su arquitectura, le platico que en el siglo XVIII hubo una epidemia y los pocos indígenas que quedaron cedieron sus tierras al gobierno y éste creó el Paseo de San Pedro, donde los ciudadanos podían pasearse en carruajes o caminar entre los árboles. En el siglo XIX se diseñaron jardines para las plazas de la ciudad. Las Leyes de Reforma obligaron a la Iglesia a entregar al Estado gran parte de sus propiedades, los atrios y huertos de los conjuntos conventuales se convirtieron en plazas públicas y en muchos casos se trazaron nuevas calles. En el centro de la ciudad la influencia del estilo francés se observa en los detalles de ornamentación con guirnaldas y en otros motivos decorativos, mientras que en el interior del templo de San Diego se dio un verdadero neobarroco que combina el carácter inseparable de escultura y arquitectura, típico del rococó, con el colorido trabajo de yesería.
En el siglo XIX el aislamiento de la ciudad virreinal quedó atrás. La llegada del ferrocarril, del telégrafo y del teléfono acercó a Morelia a otras ciudades. La preocupación decimonónica por la higiene promovió mejoras importantes en Morelia, incluyendo la instalación de un sistema para filtrar el agua, la pavimentación de calles y la instalación de alumbrado público. A principios del siglo XX la población de 40,000 habitantes, podía recorrer su ciudad en los modernos tranvías. Los cambios, en cuanto al urbanismo y arquitectura, han sido tan vastos y tan veloces que es difícil resumirlos. Uno de los primeros fenómenos al entrar el siglo XX fue la aparición de fraccionamientos o subdivisiones grandes que conforman colonias fuera del centro de la ciudad. Después de la Revolución de 1910, en la ciudad de México surgieron algunos grupos de intelectuales y artistas que tenían la inquietud de crear expresiones artísticas verdaderamente mexicanas, para la cual buscaban inspiración en distintos periodos del pasado nacional. Así surge el fenómeno del muralismo en la pintura, se compusieron piezas de música clásica inspirada en ritmos populares y en arquitectura surgieron corrientes como el neoindigenismo, el estilo neocolonial y el movimiento de integración plástica.
En Morelia, estas corrientes tuvieron poca difusión y en general, llegaron en forma tardía. El neoindigenismo estuvo presente en detalles decorativos desde el periodo porfirista. El jardín Azteca, con sus réplicas a pequeña escala de esculturas náhuas es muestra de la inquietud de revalorar el pasado mesoamericano propio del periodo. Detalles de este tipo están presentes en otros edificios virreinales, sin embargo, no se utilizaron con la misma conciencia ni con la misma finalidad nacionalista que en el periodo posrevolucionario.
Qué más puedo decirle querido viajero, siempre le invito a lugares llenos de historia, de belleza y siempre le invito a que vea la infinidad de aristas que estos lugares poseen. No pierda la oportunidad de ir a la plaza de armas o de los mártires, siéntese alrededor del kiosko y escuche a la banda municipal los jueves y domingos. Visite el acueducto de estilo barroco que consta de 253 arcos, fue construido en 1785 y servía para proveer de agua potable a la ciudad. Vaya al museo de arte colonial: se localiza en un edificio del siglo XVIII, de estilo barroco.
Puedo seguir con una lista interminable de lugares que debe visitar, como la casa natal de Morelos, el templo de las monjas, el jardín de las rosas, la plaza de Villalongín, el Palacio Clavijero (Antiguo Colegio de San Francisco Javier), el Palacio Municipal; y si usted quiere visitar construcciones modernas, está el planetario, el teatro Morelos, el zoológico de Morelia que es uno de los zoológicos principales de la República, porque en él se han reunido una gran variedad de especies que proceden de los cinco continentes (algunas de ellas a punto de extinguirse).
En fin, El centro histórico de Morelia cuenta con 390 hectáreas, 219 manzanas, 15 plazas y 1,113 monumentos. Por ello,
después de un riguroso examen, el Comité del Patronato Mundial de la UNESCO acordó inscribir a Morelia en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad, el día 12 de Diciembre de 1991.
Como dato anexo le digo que Morelia al Norte colinda con Guanajuato; al Noroeste con Querétaro; al Oriente con el Estado de México; al Sur y Sureste con Guerrero y con el Océano Pacífico y, al Oeste con Colima y Jalisco.
Morelia es reconocida, nacional e internacionalmente, por el estilo colonial arquitectónico de su Centro Histórico, el cual es el segundo más grande del país. Asimismo, la ciudad también es reconocida como "Tierra de Magníficos Artesanos". La expresión artística de las artesanías reflejan la mezcla de estilos indígena con español.
La deliciosa cocina es otro de los factores que distinguen a esta ciudad de muchas otras; la combinación de recetas purépechas con carnes y especias europeas es el resultado de la exquisita gastronomía que disfrutamos.
El clima de Morelia es generalmente cálido, asciende a 28 grados en primavera y desciende a 6 grados en invierno. Así que no se le puede pedir más, hay gastronomía, cultura, historia, clima indicado.
Se preguntará cuándo es preferible ir a Morelia: puede ser en octubre cuando se lleva a cabo el Festiva Internacional de Cine; o en noviembre, cuando se festeja en toda la Republica el día de muertos; o en diciembre, cuando los morelianos visten a sus niños con ropa indígena de la región y llevan ofrendas a la Virgen.
Puede también ir al balneario de Cointzio por la carretera a Quiroga, a 14 Kms. al suroeste de Morelia o al antiguo pueblo de Tiripetío, que se encuentra 28 kms. al suroeste sobre la carretera (vía corta) a Pátzcuaro, y de paso va a esta hermosa isla llamada Pátzcuaro. Como pudo leer en estas líneas, Morelia le presenta variedad de paisajes, temas, lugares, historia. Y por ello termino preguntándole: ¿Qué espera para visitar Morelia?

artículo de Cuba

Cuba: antigua ciudad detenida en el tiempo.
“¡Torta, torta!”, “¡Pisa, pisa!”: son los gritos que se escuchan al pasear por las calles de la Habana, mientras algunos lugareños intentan adivinar la nacionalidad de los viajeros se pueden observar vehículos poseedores de una historia de más de sesenta años en perfecto estado de conservación. Mientras el visitante se interna en esa Habana de la que nadie habla porque pocos conocen se encuentra con taburetes afuera de las casas, ancianos alegres jugando dominó, tomando ron, café, cerveza o refresco y fumando tabaco fielmente cubano, se tropieza también con ese inquilino de la Habana antigua, con los famosos “camellos” llamados así por el parecido con los animales de zonas desérticas. También la bicicleta se convirtió en un excelente medio de transporte para cuando se desea hacer un recorrido corto y sentir la brisa marina en el rostro y observar el peculiar paisaje que presenta la habana entre gritos, colorido, ritmo y preguntas constantes que hace el lugareño al visitante.
Encontramos contrastes entre visitantes y lugareños, entre automóviles antiguos y modernos, entre el colorido de las costumbres y lo desgastado de las fachadas de las casas, entre mujeres llenas de ritmo que llevan consigo poca ropa por el calor incesante y húmedo. El olor a gasolina impregna la memoria del que recorre esta vieja ciudad no cansada. Observamos en nuestro trayecto casas sin ventanas y en ocasiones sin puertas y con paredes incompletas, balcones llenos de miradas expectantes, niños jugando todo el tiempo, mujeres con pantalón corto y blusa de tirantes platicando con amigas o amigos como en todos los lugares, se observan también bolsas llenas de comida subiendo gracias a un perfecto amarre llegar hasta uno de tantos balcones, suponemos que es para no subir las escaleras y el dicho manjar llegue rápido a la boca del hambriento. Seguimos nuestro camino como cualquier espectador anhelante de observar imágenes nuevas, mientras a lo lejos se escucha “¡la guagua! ¡la guagua! ¡la guagua!”: gritos que invitan al lugareño a usar el transporte colectivo, mientras las miradas nos siguen como a todo visitante y las preguntas continúan al igual que las adivinanzas sobre nuestro lugar de origen.
Estimado lector le invito a sentir el calor húmedo obsequiado por el mar, a observar rostros callados que gritan historia, a delinear sonrisas de sandia y sumergir su mirada en unos ojos abiertos como dos faros de luz a media noche. Sonría con ellos, sienta el ritmo de congos introducirse en su pecho. Sienta la vibración de esa Habana pocas veces contemplada y por lo tanto inexistente para muchos. Camine por calles no visitadas por viajeros; no sea uno más en la lista de turistas, entre al corazón de la Habana y viaje por arterias llenas del líquido vital aun no derramado. Esto no es una elegía, esto tampoco es un poema. Es simplemente una invitación a tomar mi mano estrictamente sin hacernos daño, y ver lo invisible, a escuchar el silencio y decirlo todo con un suspiro. Déme la mano querido lector y emprendamos un viaje hacia la Habana.
“En éste instante breve y duro instante” / Cuántas olas se rompen / finas, débiles, exquisitas. / Cuántas olas explotan en un espasmo / y se convierten en espuma.
Visitemos el Capitolio, vaguemos por el Malecón, conozcamos a su gente, al tocororo, a la palma real, a la mariposa, probemos la comida de Camagûey, la pisa, la torta (aunque todo sea de jamón y queso), bailemos al ritmo de los sones, del chachachá, de la salsa, de la conga, de la rumba, caminemos por sus calles escondidas, bebamos ron y café, hagamos amigos, porque es difícil salir de esta isla sin amigos, degustemos los paisajes y las playas como Santa Lucía, Trinidad, Varadero, veamos con tranquilidad las camionetas llenas de plátano verde, disfrutemos de esa región mejor conocida como perla caribeña. Recordemos siempre a esos hombres y mujeres haciendo habanos con sonrisa en el rostro, a esos niños jugando fútbol en la calle e interrumpidos por el “cocomovil” de color amarillo, o por los “camellos” o “bici-taxis”, a esos viejos jugando dominó en plena calle o a esos lugareños que sólo contemplan su tierra y preguntan eternamente de donde es el viajero e intentan adivinar la respuesta.
La gente, la brisa, el tiempo detenido en una isla, las tiendas que presentan marcas propias y extrañas, todo es desconocido y nuevo para estos ojos visitantes, el tiempo se ha quedado guardado en una fotografía como aquel gato observando el lente de mi cámara, como aquella mujer que sonríe tímidamente y así se queda, o como aquel anciano que quiere ser fotografiado y guardo en un instante. En fin, Cuba: mezcla española y africana, donde se vive la calle no sólo se transita, donde se baila al ritmo de los congos, donde la gente habla tan rápido que a veces no se le entiende, donde hay bullicio, donde conviven armónicamente lo viejo y lo nuevo, donde rompen las olas y refrescan la ciudad, donde lo desgastado de la arquitectura ya es parte del lugar, donde el rostro tranquilo de los callejones se contagia y donde el amanecer y el atardecer duran un poco más que en cualquier otra parte.
Nunca me amó. Siempre lo dijo. No sé si agradecerlo o llamarle al rencor. No sé si recordarla o borrarla para siempre de mi vida. Aunque no es tan fácil como dicen. El olvido aún no llega, aún me ronda el recuerdo de la gente en el centro, de la poesía y de la pintura vista en la calle de Argentina.
Dice el libro de monstruos enfermos que la tristeza se quita poniéndose en posición fetal mientras se llora; pero nada, ya intenté todo, llorar de pie, dormir boca arriba, gritar bajo la lluvia
ENTROMICIÓN

Veo a una mujer llorar. Me da lástima. Ayer lloraba yo. No sé el porqué de su melancolía, pero me da tristeza. Escribe una carta y llama por teléfono, discute, él no llega, ella inmensa en el desconsuelo le reclama, él calla, él la humilla, ella soporta. Pelean, ella quiere tenerlo cerca, él se va para siempre y cuelga, ella pensativa se queda. Llora de nuevo. Comienza a llover, ella se queda bajo el agua sonora sollozando.
, decir mi nombre al revés o de día, cantar de madrugada, comer una iguana, acariciar a un perro, conseguir un dragón amigo, bailar bajo la luna, conseguir saliva de gato, hablar con un gigante, pero nada funciona, ella sigue rondando mi vida a pesar de todo. A pesar de mi gripe, de mi angustia, de mis amígdalas inexistentes, de mi páncreas morado. Sigue todo el tiempo murmurando en mi oído su nombre eterno.

martes, 21 de septiembre de 2010

MONÓLOGO DE ZAPATA

LA TRAICIÓN
Hombre moreno, de 70 kilos aproximadamente, 40 años, con bigote y sombrero, vestido de charro, con un puro en la mano izquierda.
Zapata camina con su caballo y dice la mitad del texto, después se sube al caballo y siendo un excelente jinete sigue platicando de la Revolución del pueblo, sus infortunios, sobre lo padecido, las traiciones, lo ganado y lo perdido.
Yo no quería ser presidente, sólo quería devolver a los campesinos lo que les pertenecía.
A los nueve años estaba en el campo con mi padre, cuando el hacendado José Mendoza Cortina se apropió en Anenecuilco de tierras que pertenecían a los campesinos y mi padre se puso a llorar aquel día. “Nos están robando las tierras”, le dije y… “¿no se puede luchar contra ellos?” le pregunté. “Son muy poderosos, hijo”, me contestó. “Pues cuando sea grande haré que devuelvan esas tierras” y lo cumplí, claro, por un tiempo, antes que los cobardes de Guajardo y Carranza me quitaran la vida y expusieran mi muerte como trofeo político. Antes de que hicieran pública mi muerte y permitieran que sacaran fotografías de ella, como si la muerte tuviera derecho de salir en la prensa en primera plana como nota de ocho columnas. Con mi muerte intentaron amedrentar al pueblo, a los zapatistas; pero no lo lograron, jamás lo lograrían, porque la Revolución no era mía, no era para mí, era para el pueblo, era de ellos. Nunca pudieron intimidar a la gente que me defendía, que estaba conmigo, a los que luchaban por su tierra. Es fecha, que aquí en Morelos hay gente que me recuerda y sigue peleando por lo que le pertenece.
Vengo de una familia de luchadores sociales y gente valiente: mi abuelo materno, el indígena José Salazar fue un destacado combatiente de la guerra de Independencia; José Zapata, mi tío abuelo, defendió las tierras de Anenecuilco, luchó contra la voracidad de los hacendados; José Merino, mi tío, fue dirigente de las batallas de Anenecuilco contra los hacendados; Cristino y José, mis tíos también, lucharon contra los invasores franceses y en la Guerra de la Reforma, mientras que José fue uno de los héroes de la Restauración de la República. Yo fui el continuador de esa tradición de valientes mexicanos. Primero fui líder agrario, después me uní al maderismo. Madero, hombre en el confíe y fui traicionado mil veces, pero que quede claro, yo nunca traicioné. Todos me decían Miliano en el pueblo, fui el que continuó con el trabajo de mi tío Merino. Todos gritaron esa tarde de cielo azul: ¡Estamos contigo Miliano! Tenía apenas 30 años cuando eso pasó.
Nací el 8 de agosto de 1879, en Anenecuilco, Morelos, que significa en náhuatl “donde el agua se arremolina”. Mis padres fueron doña Cleofas Salazar y mi padre Gabriel Zapata, fui el penúltimo de diez hermanos, pero sólo cuatro llegaron a adultos; quedé huérfano cuando tenía 16 años, me gustaron siempre los caballos y comerciaba con ellos, toreaba a caballo y a pie, me gustaban las peleas de gallos, los jaripeos, las carreras de caballos. En una ocasión sufrí una cornada en un muslo, pero no por ello dejé la afición de los animales bravíos; cuando conocí los puros, éstos me encantaron, siempre lo traía en la mano izquierda, como ahora, y no lo dejaba ni para montar ni en las batallas. ¡Las mujeres! claro, siempre fui un enamoradizo, un enamorado del amor, siempre creí en las promesas del corazón, me robé a una muchacha de Cuautla, Morelos: Inés Alfaro y tuvimos dos niñas y un niño, el padre de Inés me envió al ejercito y mi hermana y un amigo me ayudaron a salir.
Después en 1911 me casé con Josefa Espejo, pero la Revolución me alejó de ellas; tuve cinco hijos y cuatro hijas con diferentes mujeres.
Me hice amigo de opositores de Díaz: Pablo Torres Burgos, maestro; Villa de Ayala, profesor, Otilio Montaño, Melchor Ocampo y hablábamos de ideas opositoras al gobierno. ¡Arriba los pueblos, abajo las haciendas! decía Otilio y yo “A los gobiernos tiranos nunca debe pedírseles justicia con el sombrero en la mano, sino con el arma empuñada”.
Mi primera victoria fue cuando actué por mi cuenta y repartí lotes con el apoyo de hombres armados, pero mi movimiento de índole local tomó una dimensión mayor al coincidir con lo que se desarrollaba en el norte con Villa. A partir de ahí muchas tropas se adhirieron conmigo. Después querían que me postulara como gobernador, pero no, ese no era mi fin.
Culpé al gobierno de tanto derramamiento de sangre cuando estaba Huerta y Madero al frente.
Sólo quería la tierra para los campesinos y no sólo la de los campesinos de Morelos, sino de todo el País, pero terminé siendo la pesadilla nacional. Me decían bandolero, guerrillero, persona peligrosa para el país, incluso Madero decía eso de mí, por eso en el Plan de Ayala lo desconocí como presidente y revolucionario por traicionero, inepto y tiránico. De todo lo que decían me reía de eso, me decían el Atila del Sur, aunque yo no era el que llenaba los pueblos de gasolina y los prendía, esos eran otros, políticos de cuello blanco, ladrones y corruptos. Yo les quitaba a los hacendados sus tierras, sus joyas para mantener la Revolución. Pero ellos querían mi cabeza y mataron a muchos de mis hombres. Hubo muchos muertos, demasiados, y por ellos hay que seguir en la lucha, y por ellos Zapata vive y por ellos seguíamos en pie de lucha, y por ellos, pensando en ellos jamás dejé derrotar o me vendí ante Madero o Huerta o Carranza o Figueroa y todos aquellos que querían mi muerte porque me temían.
Mi Ley Agraria decía a la perfección lo que yo pedía para los campesinos, para Morelos, para la gente que luchaba conmigo, para la gente de todo el País:

Entre otras cosas se pedía en plan de Ayala mejorar la siembra, trazar límites de los ejidos, construir escuelas y mejorar la educación, mejorar la salud y condiciones de vida, facilitar préstamos rurales, organizar lecturas diversas, explicar manifiestos y decretos, organizar grupos en todos los pueblos para hacer principios revolucionarios, elaborar leyes de accidentes de trabajo, crear de pensiones, hacer una Legislación obrera, reconocer los sindicatos, reconocer el derecho de huelga, hacer leyes de divorcio, mejorar el salario para maestros y profesores, hacer una Legislación antimonopólica, eliminar todo impuesto, fortalecer y apoyar a la industria nacional, revisar las leyes de las compañías extranjeras.
La obra del Zapatismo se extendió hasta Guerrero. De esta forma todos participaban en el quehacer político. Fue un regreso al pasado pero mirando el presente.
Sabía que sería larga la lucha, y no estaba sólo, el pueblo estaba conmigo, jamás me sentí abandonado, por eso seguía en la lucha. Las armas servían para defender nuestras razones, eso jamás lo entendieron Carranza, los Creel, los Terrazas, los Hacendados. No había que dejar de luchar, no podíamos traicionar a nuestros muertos, no podíamos. La Revolución se hizo por tierra y libertad y no era mía, insisto, ni de Villa, era de los campesinos y para ellos. No hay libertad sin tierra, sin comida, sin trabajo, sin todo eso el hombre no puede ser libre.
Quienes podían ayudarme me traicionaron, me dieron la espalda, pero hubo un hombre en el que deposité mi confianza y ese fue Doroteo Arango (Pancho Villa) quien en el norte luchaba también contra los mismos intereses. Le propuse consolidar una coalición y juntos tomamos México; la primera vez que nos vimos hubo silencio, hasta que él dijo que Carranza era un descarado y yo asentí, le invité coñac, pero él era abstemio, accedió sólo a tomar un trago y casi se ahoga, se puso rojo, le lloraron los ojos y el pobre ya no quiso más… Villa ahí acepto el Plan de Ayala. Cuando llegaron a México Villa se sentó en la silla presidencial y al lado yo, nos tomaron la foto, luego él me dijo que me tocaba a mí sentarme en la silla presidencial, y yo le dije: “no peleé por eso, mejor deberíamos quemarla para acabar con las ambiciones”. Desde entonces dije, “A quien me venga a ofrecer la silla presidencial me lo voy a quebrar” (sonríe) y fueron muchos.
Tiempo después estuve esperando las armas que prometió darme Villa pero nunca llegaron, mis hombres tuvieron que acarrearlas por los montes en mulas. A partir de eso ya no lo apoyé.
También confié en Madero y siempre le creía cuando me decía que las tierras serían para los campesinos, al menos eso era lo que él decía en su campaña presidencial, pero cuando lo fue, se alió a los hacendados y eso también fue una gran traición de su parte. Confiamos en sus promesas, entregamos las armas cuando nos las pidieron, con tal de que Madero cumpliese su palabra, pero nada de eso sirvió. Nos persiguieron, no nos quedó de otra más que pelear y conseguir armas para pelear por la tierra, por la Revolución. El campesino que no tenía armas las conseguirá para seguir luchando por lo que le pertenecía. Por nuestros muertos había que seguir. Por ellos y por la sangre derramada, en el campo.
Siempre fui ese Miliano que quiso hacer justicia, defender al campesino y regresarle lo que le fue arrebatado de la peor manera.
El campesino siempre fue peor que un esclavo; las mujeres eran propiedad de los hacendados, en toda la extensión de la palabra, los campesinos terminaban siendo trabajadores y empleados de sus propias tierras, de un día a otro pasaban siendo a ser parte de los hacendados y éstos los ponían a trabajar día y noche en condiciones nada humanas, era un castigo, un infierno ser esclavo, indígena, pobre, eso era una maldición y qué decir de las mujeres. Por eso en la Revolución hasta ellas tomaban las armas y a la par de los hombres salían a defender sus tierras y a su gente. La desesperación, la pobreza y estar en la nada y no tener que perder, todo eso provoca que uno de la vida sin temor a perderla. Qué más se puede perder cuando no se tiene nada, sólo hambre, esclavitud y la injusticia de nuestro lado.
Por eso la Revolución es y siempre ha sido de la gente, de los campesinos, de los indígenas. Los hacendados cerraban los ojos porque les convenía, ellos, ellos sí tenían que perder, perder todo, casas, lujos, haciendas, tierras y esclavos. Perderían todo y siempre con dinero compraban justicia, poder y como siempre…ganaban.
Queríamos el triunfo total, no mitades ni promesas, no un espejismo de triunfo. Las voces de los muertos se escuchaban en los pueblos desiertos, quemados, fantasmas, se escuchaban sus pasos en las calles, más y más fuerte, sus gritos, jamás pidieron piedad porque estaban seguros de su lucha, todos estábamos seguros de lo hecho y de por lo que luchábamos. Cada vez que los mataban me mataban, cada golpe dado me lo daban a mí, nadie escuchaba, sólo prometían, nadie nos pararía, parecía una Revolución eterna, muchos años estuvimos así, luchando, esperando, robando para seguir comiendo, no había de otra, debíamos seguir en la lucha, sólo se trataba de resistir, era de todos la Revolución, mía y de todos. Lo que quería para Morelos lo quería para todo México. Los extranjeros no tenían nada que hacer aquí, sólo se entrometían para ayudar a Carranza y seguirme y cazarme.
Guajardo, amigo y excarrancista me regaló un hermoso caballo, sabía que me gustaban, poco le faltó darme un puro, me hizo creer que era mi amigo, nos reunimos en la hacienda de Chinameca, me hizo creer que estaba con la Revolución, pero no, era cómplice de Carranza. La cita fue a las ocho treinta de la mañana, llegué con ciento cincuenta hombres, platicamos y un soldado informó que había federales rondando. Ordené al oficial defender el cuartel y organicé patrullas, Guajardo mismo encabezó una. No hallaron a nadie, pero dejamos guardias y regresamos. Me invitaron a comer pero preferí esperar, desconfié de ellos, a eso de las dos, acepté comer con ellos, pedí a diez hombres que me acompañaran hasta la puerta de la hacienda. Adentro parecía que me harían honores, el clarín tocó tres veces llamada de honor, al llegar la última nota los soldados empuñaron sus armas y me fusilaron. A un lado de mí había un puñado de hombres consternados por mi muerte y del otro lado más hombres balaceados. Aprovecharon que unos estaban consternados para matarlos. La sorpresa fue terrible, nos acribillaron a tiros el 10 de abril de 1910. Aborrecía la traición y fui víctima de ella.
Subieron mi cuerpo a una mula y me llevaron por el pueblo para mostrarle a Carranza mi cadáver. En Cuautla se filmó mi entierro para disipar dudas de mi muerte
Aún no termino mi relato y ya he muerto, pero no sólo, con mi gente, con el pueblo que estaba con la Revolución.
La guerrilla zapatista continuó largo tiempo con actos terroristas, y la influencia de mi ideología no pudo ser eliminada a pesar de Carranza y de que exhibió mi cadáver e hizo creer a todo el mundo que la Revolución había terminado; pero Carranza sólo mató a un hombre, no a la Revolución.
Después de mi muerte hicieron un manifiesto en el que afirmaron que vengarían mi muerte y seguirían en lucha. “Cuando el pueblo triunfe, decía el manifiesto, las multitudes oprimidas transformarán a todos los mexicanos de esclavos en rebeldes y de hombres parias en hombres libres…”. Se mataron a varios oficiales del ejército, incendiaron haciendas, volaron estaciones de ferrocarril y centros de abastecimientos de los enemigos. Los cambios políticos posteriores trajeron la paz, pero el zapatismo conservó su influencia política e ideológica por un largo tiempo.
Algunos zapatistas en 1920 se adhirieron a Obregón y se fundó el Partido Nacional Agrarista. Después los cambios en Morelos perjudicaron a los pueblos y los agraristas se dividieron, hubo pobreza y muchos, además de tener sus tierras se convirtieron en jornaleros. Hacia 1960 la corrupción se acentuó y en 1962 se reanudó la violencia. Con orgullo digo que aún aquí, en Morelos miles de campesinos recuerdan a Miliano, que jamás dejé de ser ese niño con hambre de justicia por ver a mi padre y a miles de campesinos llorar por su tierra. Aún se sigue creyendo que el fusilado el 10 de abril de 1910 no era yo, creen que sigo vivo y estoy viviendo en las montañas. Con Carlos Salinas de Gortari hubo mucha migración a Estados Unidos y muchos vendieron sus tierras. A la fecha la tierra no es de quien la trabaja.
No vi terminar la Revolución, porque las grandes causas no las ve terminar quien las inicia.
A pesar de todo… siempre seré Miliano, el niño que vio llorar a su padre.
Durante toda la obra Emiliano Zapata fuerte en sus convicciones. El trazo escénico se hará dependiendo de las condiciones del lugar en donde se presente y se harán cambios de niveles dramáticos para no cansar al espectador. El clímax será cuando muere, narrará a detalle cómo lo emboscaron para acribillarlo.

bicentenario

EN TORNO AL BICENTENARIO (Oda a la literatura)
¡Viva el Quijote por destruir las novelas de caballería!
¡Viva Van Gogh por trabajar tanto todos los días!
¡Viva Balzac por trabajar de noche hasta que los dedos de la mano dolieran y los ojos irritados le dijeran Basta!
¡Viva Baudelaire por ser Parnasiano y escribir su mejor obra a los 17 años!
¡Viva Apollinaire por escribirle a su amada y sobre la guerra!
¡Viva José Emilio Pacheco por ser tan buen poeta!
¡Viva Oliverio Girondo por ser creacionista!
¡Viva Rosario Castellanos por describir tan bien la realidad de México!
¡Viva Silvia Plath por ser poeta catártica!
¡Viva Emily Dickibson por hablar de la muerte y ser tan buena escritora!
¡Viva Dalí por ser surrealista e inspirarse en Freud!
¡Vivan los poetas que observan las pequeñeces del mundo!
¡Vivan los Geroneses por resistir tanto y por ser creadores natos!
¡Viva Sor Juana por enamorarse del conocimiento!
¡Viva la poesía por ser un remanso de paz!
¡Viva Tablada por retomar los caligramas o metagráfos!
¡Vivan los clásicos por escribir sobre la condición humana!
¡Viva Tristán Tzara por jugar con el lenguaje!
¡Vivan los decadentes franceses por concebir la realidad del mundo tan cruda! ¡Viva Zolá por ser tan detallista y suprimir su Yo!
¡Viva Walth Whitman por hablar de él y por lo tanto de mí!
¡Viva la poesía pura por olvidar el purismo!
¡Viva Mallarmé y Verlaine por su simbolismo!
¡Viva Oscar Wilde por escribir sobre la época en que estuvo encarcelado!
¡Viva Kafka por su Metamorfósis y su catarsis en Carta al padre y por hacer un análisis de la somatización!
¡Viva la anáfora por repetirse y reconstruirse!
¡Viva el verso medido por su ritmo inigualable!
¡Viva la minificción por su rapidez y economicidad! Viva la metaficción por romper las reglas!
¡Viva Olga Orozco por inventarse en cada poema!
¡Viva la literatura por hacer retratos de la humanidad!
¡Viva la fotografía por ser tan falsa y manipuladora!
¡Vivan los tropos por ser las primeras imágenes aprendidas!
¡Viva Paz por su laberinto de la soledad!
¡Viva Zaid por enseñarnos a leer poesía!
¡Viva Bukowisky por embriagarse y escribir de una forma extraordinaria!
¡Viva Lorca por mostrar sus personajes de forma simple y psicológica!
¡Viva la noche por no ser tan oscura como siempre se dice!
¡Viva la luna por ser cómplice fugaz de las personas!
¡Viva la muerte por no derribar a la vida!
¡Viva Ginsberg por su aullido excepcional!
¡Viva el verso medido por su ritmo inigualable!
¡Viva la minificción por su rapidez y economicidad!
¡Viva Shiele por sus mujeres casi anoréxicas!
¡Viva Cortazar por inventar una forma de leer un libro!
¡Viva Freud por hablar del incesto y sobre el inconsciente!
¡Viva Miró por la musicalidad de sus azules! Viva el anonimia medieval
!Viva Carroll por inventar a Alicia!
¡Viva Usigli por hablar de política y catalogarla como época: hoy!
¡Viva Poe por enseñarnos a escribir el Cuervo!
¡Viva Nietsche por hablarnos del Anticristo y del nacimiento de la tragedia y además mostrarnos su música tan criticada!
¡Viva Aridjis por escribir sobre su infancia!
¡Viva Aline Pettersson por su monólogo interno!
¡Viva Bécquer por el elemento sorpresa!
¡Vivan los disparadores creativos y la madrugada!
¡Viva Borges por leer el Quijote cuando apenas era un niño!
¡Viva Camus por hablar de la despersonalización y de la nada!
¡Viva el epíteto por ser adjetivo revelador!
¡Viva el encabalgamiento por seguir el ritmo del poema!




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Quiero quitarme los anteojos con tu rostro, pero prefiero quitarme la razón…

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DISCUCIÓN SOBRE LA PLAZA

Sobre la plaza mayor lloro. Me siento. Espero. La bandera ondea feliz. Mientras yo bajo la cabeza. Te pienso. Dices cosas. Digo cosas. Me duelen. Te duelen. Después la nada. Silencio. Llanto. Recuerdos. Todo vuelve. Se repite. La enfermedad regresa. Como hiena se burla. Como lepra se queda. Como tormenta acrecenta. Llanto. Silencio. Lluvia. Viento. Todo a la vez. Tengo miedo de tu ausencia. Después un abrazo. El llanto termina. El perdón viene. Un beso cierra la escena. Las palabras quedan. EL dolor se esfuma poco a poco. Un beso regresa.