domingo, 21 de febrero de 2010

¿ERES TÚ ESE POETA...

... insolente que convierte el mar en oleaje moderado?

¿Eres tu ese poeta vacío que habla de la arena como

si hablara del polvo cansado de su cama?

¿Eres tu ese poeta impertinente que le escupe

a lo cotidiano de la vida

con lenguaje complicado,

que le canta a los murmullos rurales

y a selvas que sólo se observan en noches calladas?

¿Eres tu ese poeta que escribe en medio de la gente

y que con cada palabra se despide del ritmo natural

de la serpiente arrepentida?

¿Eres tu ese poeta invidente y sordo que no percibe el canto

del océano ni al cisne en pleno vuelo,

que calla, incluso, la inesperada confidencia del águila oprimida?

¿Eres tu ese poeta que describe sólo lo que está a su paso,

lo que inesperadamente se deja ver un poco,

y que tu, ese poeta arrepentido y por convicción melancólico

no plasmas más allá de lo que tu claridad te ciega?

Es vergonzoso, en definitiva, ser ese poeta que lacera

lo sutil del viento en la cara, que interpone su basura interna

y su horizonte limitado.

Es de cobardes e inexpertos gritarle a Zeus

ser un artista incomparable porque presume

de su soledad como parte de la creación.

Es de torpes decir a voz en grito sus acostumbrados pasos desmedidos,

ensordecer a los amantes de la estética,

aturdir los versos sordos de los callados muertos, porque

sus imágenes acústicas son fotográficamente tan distantes.

No cabe duda, mientras más te empeñas en plagiar al poeta preferido

más te acercas a los poetas sin ojos ni venas ni sangre

más te acercas a la incomparable guerra entre la sonoridad del verso

y la historia bien contada

más te acercas al estruendo sordo que aturde a los perros

y a las ratas y a los caracoles que mueren lento.

Por ello sólo deja un poco de tu alma y otro poco de la mía en esa hoja

para que mañana cuando se lea tenga un poco del alma de todos.

Hablemos entonces del crimen de existir...

Mientras todo gira;

la música avanza,
los párpados caen,
la llovizna se eleva,
regresa al centro,
el poema muere en los labios de la amada,
el susurro persiste,
el tigre se conmueve,
la paloma se atormenta,
el enigmático elefante brinca,
el páncreas sufre,
el corazón grita,
la melancolía se alegra,
los dados se congelan,
las neuronas se paralizan,
el sol enmudece,
la luna llora,
tentativamente la calandria suplica
una canción del ruiseñor dormido,
cancela su viaje la tortuga,
sonríe el delfín al tiburón amedrentado,
calla la soledad su historia,
la niña se alegra por la muerte de la madre.



Mientras todo gira;
el jardín se congela en plena primavera,
el otoño le sonríe a la ballena blanca,
el cocodrilo aparenta una amistad inimaginable,
el murmullo convence al pétalo de una rosa,
el unicornio niega su leyenda,
la luz desaparece,
el querubín acecha a los dioses,
el ventanal se derrumba con una mirada,
el espejo se traspasa con el pensamiento,
la piel se interpone entre los besos,
las palabras no dicen más que silencio,
los dedos se entristecen por su torpeza.





Mientras todo gira;
una fotografía amarillenta es descubierta,
un judío llora,
un israelí se cubre de explosivos,
muere en un instante,
una pistola se dispara en manos de un niño,
mil cruces son puestas en México,
otras tantas en el mundo entero,
el mármol blanco es manchado de color púrpura,
la niña crece,
la niña se atormenta,
los amantes sufren la separación absurda,
la espera se vuelve eterna al no llegar el amante,
los zapatos son roídos por el tiempo,
mi nombre desaparece entre la gente,
el odio perenne está entre los hermanos,
el águila cae por motivos nacionales,
la Venus de Milo ofrenda sus brazos,
Zeus se come a su hijo,
el cuarto de Van Gogh es deshabitado,
el grito silencioso de Munch se escucha en todas partes,
la melodía azul de Miró es cantada por sordos y mudos en Valencia,
sonríen los geroneses al estallar una bomba,
sonríen los geroneses al llorar el mundo,
púrpura es Plasencia entre mi dolor y mi quebranto.






Mientras todo gira;
mis lágrimas son absorbidas por el papel negro en el que escribo,
mi vientre sufre desde la raíz del suelo,
llora la joven que se busca y no se encuentra,
canta la joven que perturbó el camino elaborado para ella,
mis pasos son roídos por el viento,
mis tentáculos son destrozados por piedras preciosas,
el enigmático cúmulo de amargos desconsuelos
es atropellado por el silencio del transeúnte,
mi sexo es penetrado por la nostalgia diariamente,
el miedo a las miradas crece.






Mientras todo gira;
se repite el quebranto y la tristeza,
las palabras son carcomidas por la obsesiva tinta,
el pudor se aleja con las hojas secas y otoñales,
la mentira absorbe las cuentas del rosario regalado,
la cantera rosada se queda inmóvil ante el llanto seco.







Mientras todo gira;
Bosnia desaparece,
los mártires son buscados entre muertos sin nombre,
Whitman habla de sí mismo,
Valery se enamora,
Baudelaire escribe en sus diarios que Dios no existe,
Cervantes elabora al Quijote y a Sancho Pansa.








Mientras todo gira;
yo guardo silencio,
yo escribo a gritos sin temor a ser callada,
yo hablo de ellos sin temor a que las hienas me saluden,
yo guardo silencio,
las cabezas ruedan debajo de mi espalda,
los maullidos de gata los percibo quedamente y yo guardo silencio.
Hipócritamente guardo silencio.
Temerosamente guardo silencio.








Mientras todo gira,
sentada bajo la nieve estoy y guardo silencio.

ESCRIBO MIENTRAS TODO ME COME

, mientras el silencio de todos unido con su ruido me zambulle en la inmensidad de la tristeza. Quiero largarme, lo he dicho ya mucho, quiero largarme de mí para encontrarme de lleno con la locura.

Nada, sigue sin pasar nada.

Nada de doble negación dicen escritores de renombre.

Pero me niego una y otra vez, me afirmo y vuelvo a negarme, así de patético es mi círculo vicioso.

Cómo estás siempre la estúpida pregunta, bien, chinga a tu madre y tú. Jamás estoy bien carajo, para qué la puta pregunta de siempre… nunca, por más que sonría mi felicidad será verdadera, siempre hay un engaño detrás de todo eso. No puedo ser feliz como los demás, por qué, simplemente porqué no puedo reír de cualquier pendejada como todos.

Anda, no te enfrasques en tus problemas, dicen eso, pendejada tras pendejada, si realmente supieran lo que pienso se irían de mi lado, me odiarían como yo les odio. Eso me dijo una amiga hace tiempo y jamás la entendí hasta ahora.

Azul intenso

Intensa tu boca

Boca negra Argentina

que necesito para vivir

Vida que se me escapa de la vida

innecesaria que llevo

Estar en un río como el Guadalquivir

en el que no nadé

Nadar es lo que me encanta

Encantada estoy por tus labios azul morena

Tierra derramada entre las dos Américas

divididas por intereses políticos e ideologías diferentes

Diferencias son las que me enternecen sobre todo si están entre tus senos

Mujer intensa y azul marina

Azul turquesa

Mar tierno y enojado

Lugares comunes intervienen y carcomen

Ya no escribo como antes

Leo mucho y escribo poco

Siento mucho y escribo poco

Me enamoro como siempre y escribo poco

Temo por todo y escribo poco

Algo pasa

Rigurosamente algo pasa

Necesariamente algo pasa

...

y sigo escribiendo poco.

Casi nada, de hecho nada. Sólo estas líneas que se derraman por las orillas diciendo nada y llegan a la hoja en blanco tan sólo para mancharla, para ensuciar el papel intacto y virgen. Fue violado por estas palabras que dicen nada, la nada viola por vez primera a la nada, así pasa cuando hay nada qué decir y se obliga a decir algo a los dedos moribundos y cansados por decir nada.
Los antebrazos del cuerpo se hartan de ser obligados a ejercer movimientos innecesarios. La escritura es superflua para los brazos, los hombros, los antebrazos y los dedos. Para qué obligarles a decir nada.

Así se vive en muchas ocasiones pero nadie critica la excusa del vacío, de la quimera palabra desvanecida entre la boca y el papel o entre la pluma y los dedos fatigados de la palabra nada ( ) Vacío Nada Quimera Fantasía Irreal simulacro Entelequia Sueño Ensueño Apariencia Ficción.
Soñar palabras que salen de la nada para decir nada, ensoñar ideas que al final se vuelvan nada mientras se mencionan, provocar fantasías con sueños hechos con la boca y llevados por la palabra para terminar en la nada llamada irreal, provocar simulacros de palabras porque al final el verbo se evapora igual que el agua derramada los días santos que igualmente son ilusorios, el aparentar que la escritura es algo para después llevarla por los siete inframundos y terminar con nada en la boca y en las manos.

He dicho nada y siguen leyendo a una mujer que se la pasa diciendo silencio mientras todos los demás mencionan cosas importantes.
El Quijote, cómo lloré cuando lo leí en el hospital mientras me quitaban nada del cerebro porque la locura me tocaba, es decir, la nada me tocaba como lo hace ahora que escribo. La nada, el abismo sucumbo, ése mismo, ahora ya me entiende a la perfección.

I


PANORAMAS

MELANCÓLICOS



Una hoja seca remojándose en un estanque.

Una fuente cayéndose de agua.

Una linterna prendida a media noche.

Un colibrí observando una flor mientras sus alas vuelan infinitamente.

Verlaine obsequia su amor a Rimabaud.

Rimbaud escucha al amante solitario mendigando amor con Dios.

Tus labios apartados por la yema de tus dedos.

Una luna llena solitaria.

Una fotografía amarillenta olvidada por todos.

Una ola despidiéndose de la otra.

Una ola desvaneciéndose en un mar lleno de niebla.

Un niño regañado por su madre.

Una madre golpeando a su hijo.

Unas ruedas de tren detenidas por mil años.

Un tranvía oxidado.

La neblina tocando la punta de mis dedos.

Rimbaud pidiendo limosna a un vagabundo.

Un escritor abandonado por el olvido.

Un edificio en pleno bosque.

Un callejón repleto de indigentes.

Una puta golpeada en un hotel de paso.

Mi beso despreciado por tus ojos.

Tu mirada enturbiada por el llanto.

La soledad maltrecha por los años.

El otoño acongojado por el viento.

Las hojas secas removidas por la escoba.

Un árbol morado en pleno invierno.

Un amanecer junto a nadie.

La soledad del escriba.

La locura de Van Gogh

La melancolía del preso.

Tu ausencia a media tarde.

Tu llanto silencioso.


Tu mirada inexistente al lado del mar.

Un perro sin alma en carretera.

Las ruinas de un imperio olvidado.

Una víctima frente a su verdugo.

Un borracho tirado afuera de una iglesia

Un cristo ensangrentado.

Una virgen llorando.

Una madre despidiendo a su hijo.

El viento murmurando tu nombre en mi oído.

La lluvia arrasando con todo.

Las piedras cayendo por un terremoto.

Una palabra silenciando a otra.

Un grito acallado.

Un paso detenido por un muerto.

Un disparo a quemarropa.

Un golpe certero.

Tus labios negando un beso.

Mi boca pidiendo compañía.

Mis letras gritando ser escuchadas.

Un oído suplicando música.

La yema de mis dedos ruegan por tus ojos.

Mis pasos mal dados.

El tiempo no vuelve.

Las cosas irrepetibles.

El día de ayer desperdiciado

Tu molestia infinita.

Mi acción absurda.

Tu enojo inevitable.

Un te amo temeroso.

Un aullido de madrugada.

Un hueso destrozado.

Una margarita seca.

Un mar molesto.

Un gato muerto.

Un niño perdido.

Un pez gritando su muerte.

Caminar por el puente de los suspiros.

Una piel desgarrada.

Un río muriendo lentamente.

Un mar desahogándose por medio de caracoles rotos.

Caminar al lado del río Grijalva sin ti.

Presenciar la muerte de un caracol.

Percibir la Ceiba desolada.

Ver la gloria en una celda de San Juan de Ulúa.



II

solEDAD

Ella dice: no quiero volverte a ver.

Él dice: Moriré sin ti.

Ella dice: Ya vivías sin mí.

Él dice: Al conocerte supe cuánto te necesitaba.

Ella sale del cuarto, él se derrumba en una habitación de un hotel cualquiera.

La s e p a r a c i ó n absurda de los amantes llega.


La soledad se instala y mata al joven poeta tierna y atrozmente. Un vagabundo regala tres pesos al joven poeta, éste sigue agonizando.



III

L O C U R A


Ansiedad, miedo, sudoración, frío, voces de la nada llegan,
medicamento sin cura, palabras sin remedio, desolación, incomprensión, todos saben lo que tienes menos, dolor irremediable,
soledad absurda, sueño, sueño y más sueño,
oscuridad perpetua, gritos, discusiones internas, obsesión compulsión, muerte.

IV

ESPECTÁCULOS SUBLIMES

Un atardecer en una carretera cualquiera.

Las nubes a las seis quince de la tarde.

Una noche a tu lado.

Hacer el amor contigo.

La luna vista desde tu ventana.

Una ola repitiéndose infinitamente.

El ruido del mar embravecido.

Una luna sonriéndole al amante.

Mi mano delineando tu cuerpo.

Mi boca besando tu sexo.

Mis labios diciendo tu nombre.

Nuestras manos entrelazadas en un murmullo.

Nuestros labios besándose sin hacerse daño.

El cielo estrellado en Oaxaca.

Escribir un verso en tu cuerpo desnudo.

Llorar después de un orgasmo.

Ver tu cuerpo iluminado después de una muerte exquisita.

Ver las luces de la ciudad desde tu tejado.

Escuchar el rocío de la mañana en tu mano izquierda.

Percibir tu infancia en tus ojos abiertos y somnolientos.

Caminar a tu lado mientras un saxofonista toca a media calle.

Mientras las campanas de la iglesia nos contemplan

y un cristo ensangrentado llora.

Tu mano acompañada de la mía una noche de verano.

Tocar el faro en el océano.

Fotografiar tu alma y revelarla en mi cuarto oscuro inexistente.

Subir una montaña y gritar tu nombre en lo alto.

Correr sobre la carretera de Gerona mientras llueve.

Nadar en una presa en la isla de la juventud.

Dormir en la habitación de la reina en León

y caminar Sevilla.

Llorar en Salamanca y gritar en Plasencia.

Comer hielo milenario en la Patagonia.

Pensarte al despertar sobrevolando Zaragoza.

Besarte al estar en Buenos Aires.

Levantarte la falda en Zamora.

Caminar por mi pueblo y escuchar el susurro de Salvatierra.

Tomar al viento de la mano y volar por Veracruz.

Guardar una media luna enrojecida.

Tomar un puño de arena en Antigua.

Tomar agua marina en Quiahuiztlán

Escribir tu nombre en una nube desde una duna en Chachalacas.

Los dedos de Dios cruzando las nubes y llegando al bosque.

V

IMÁGENES ADOLORIDAS

Un tirano apuntándome de frente
Una hoja en blanco a punto de ser mancillada.
La piedad llora la muerte de su hijo.
El quijote enloquecido.
Van Gogh pide limosna a su hermano.
Una raíz acuchillada por el llanto de un niño perdido.
La bamba deshabitada.
Un vaso de vino atormentado.
Un padre inhumano.
Sancho desamparado en Asturias.
La pequeña Lou olvidada por su amado.
Tres mil cruces ensangrentadas en México.
Una cama vacía en un vagón de tren.
Una banca ofendida en la casa de Cortés.
La Malinche ultrajada por su enamorado.
Una vela descuidada en una iglesia.
Una flor marchita en la morada de los muertos.
Una anciana lidiando con su soledad.
Un sillón rojo desierto.
Una mesa abandonada.
Un tálamo húmedo y despoblado.
Sangre desbordándose de mi boca.
Una costilla rota y desalmada.
El reflejo de una paloma confusa.