sábado, 13 de febrero de 2010

VII

Sucede que pasan los autos y no se detienen para observar mi tristeza.
Sucede que la noche sigue sin percatarse de mi infelicidad.
Sucede que la luna se esconde para no vernos llorar.
Sucede que las mujeres aman a otras mujeres.
Sucede que las mujeres son maltratadas por sus amados.
Sucede que la muerte está más cerca del amor que de la vida.
Sucede que tus lágrimas son un espejo de tu alma.
Sucede que la voluptuosidad junto a ti es maravillosa.
Sucede que las estrellas de México son puntos de fuga para los presos.
Sucede que las luces nocturnas me besan desde siempre.
Sucede que nunca me pensé de grande.
Sucede que los puentes cubren la pobreza.
Sucede que la sangre de noche se ve oscura como el cielo de noche.
Sucede que los taxistas son unos patanes.
Sucede que tu ausencia me duele más que nada en el mundo.
Sucede que tu amor me fortalece.
Sucede que mi tristeza aumenta día a día.
Sucede que los días son largos porque no te veo.
Sucede que los libros de Apollinaire me dan un poco de vida
Sucede que la coma de la luna se ríe de mí.
Sucede que una pistola me apunta todo el tiempo en mi cuarto.
Sucede que tu cuerpo desnudo lo conozco antes de conocerte.
Sucede que mis dedos son delicados sólo en tu espalda.
Sucede que mi habitación se queda solo, sin mí, cada noche.
Sucede que mis perros son mis únicos amigos.
Sucede que siempre estoy conmigo muy a mi pesar.
Sucede que las mañanas son mi cruz porque mi tristeza me impide despertar.
Sucede que mientras duermo mi vida se va entre mis manos.
Sucede que la burocracia en México es como un estornudo gigante lo hace una sola persona y escupe a un centenar.
Sucede que la ropa vieja me gusta más.
Sucede que los breviarios culturales son una mierda.
Sucede que el amor que siento por ti es más grande que el amor que siento por mí.
Sucede que tus ojos me hipnotizan y tu cuerpo me cautiva.
Sucede que tu cintura nunca ha conocido los corsés y la blancura de tu piel es el reflejo de tu fidelidad.
Sucede que mi pequeño amor tiene toda mi atención.
Sucede que los nuevos escritores se creen los primeros y los últimos, definitivamente no son los mejores pero ellos no lo saben.
Sucede que mi escritura es un conglomerado de muchos otros escritores, siempre ocurre lo mismo.
Sucede que diez minutos suelen ser eternos.
Sucede que mi mejor arma para fugarme es le escritura.
Sucede que yo no soy la mejor poeta.
Sucede que un señor gordo y cariñoso es mi psicoanalista.
Sucede que no tengo padre y él no tiene una hija.
Sucede que la negación es parte de la afirmación.
Sucede que mi fotografía desaparece ante mi negación.
Sucede que la llamada de mi madre es sólo para decirme algo sobre mi cheque.
Sucede que mi trabajo ya me aburre.
Sucede que cinco minutos son interminables.
Sucede que un bote de basura está más lleno que mi cabeza.
Sucede que la sonrisa de un hombre es maravillosa.
Sucede que sus ojos verdes, azules y cafés son inigualables.
Sucede que los tacones de una mujer se escuchan llegando al hotel.
Sucede que sus pantaletas son de seda blanca y se deslizan por sus piernas mientras me besan.
Sucede que tus nalgas me gustan demasiado.
Sucede que tu olor se queda conmigo todo el tiempo.
Sucede que escribo mientras espero a un burócrata.
Sucede que un poeta sólo sirve para enamorar mujeres no para casarse.
Sucede que un poeta sin dinero es más común que un perro muerto en el bajío.
Sucede que ha llegado el burócrata esperado.
Sucede que la noche no es tan oscura como se cree.
Sucede que un hombre orinando en el parque es tan vulgar como un camionero silbando a una mujer.
Sucede que el Palacio de Bellas Artes de México en su grandeza tiene su hermosura.
Sucede que la plaza de las armas de Chile recuerda tanta sangre.
Sucede que una mujer vale menos que el peso devaluado.
Sucede que tus labios me comen fugazmente.
Sucede que cada noche tu silencio me enfurece.
Sucede que la guitarra flamenca me recuerda a mi último gran amor, España.
Sucede que tu casa me queda tan lejos como la luna.
Sucede que tus manos son más grandes que las mías.
Sucede que guardo silencio durante todo el día.
Sucede que en mi cerrada habita nadie.
Sucede que de madrugada escribo.
Sucede que mientras te espero se me va la vida.
Sucede que nuestras discusiones son desgastantes.
Sucede que tus besos son letales para mi muerte.
Sucede que tus ojos delineados son el marco perfecto de mi amor.
Sucede que la pequeña Lou se escucha diferente en francés que en español.
Sucede que tú eres mi pequeña Lou.
Sucede que por ser mi pequeña Lou serás mi amada por siempre.
Sucede que hay cosas que no deben decirse.
Sucede que la sinceridad es parte de la soledad.
Sucede que idealizo el amor y el sufrimiento.
Sucede que el mar siempre cuenta historias diferentes.
Sucede que la epidemia más grande es la pobreza.





Sucede.






Sucede que te amo.

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