domingo, 21 de febrero de 2010

I


PANORAMAS

MELANCÓLICOS



Una hoja seca remojándose en un estanque.

Una fuente cayéndose de agua.

Una linterna prendida a media noche.

Un colibrí observando una flor mientras sus alas vuelan infinitamente.

Verlaine obsequia su amor a Rimabaud.

Rimbaud escucha al amante solitario mendigando amor con Dios.

Tus labios apartados por la yema de tus dedos.

Una luna llena solitaria.

Una fotografía amarillenta olvidada por todos.

Una ola despidiéndose de la otra.

Una ola desvaneciéndose en un mar lleno de niebla.

Un niño regañado por su madre.

Una madre golpeando a su hijo.

Unas ruedas de tren detenidas por mil años.

Un tranvía oxidado.

La neblina tocando la punta de mis dedos.

Rimbaud pidiendo limosna a un vagabundo.

Un escritor abandonado por el olvido.

Un edificio en pleno bosque.

Un callejón repleto de indigentes.

Una puta golpeada en un hotel de paso.

Mi beso despreciado por tus ojos.

Tu mirada enturbiada por el llanto.

La soledad maltrecha por los años.

El otoño acongojado por el viento.

Las hojas secas removidas por la escoba.

Un árbol morado en pleno invierno.

Un amanecer junto a nadie.

La soledad del escriba.

La locura de Van Gogh

La melancolía del preso.

Tu ausencia a media tarde.

Tu llanto silencioso.


Tu mirada inexistente al lado del mar.

Un perro sin alma en carretera.

Las ruinas de un imperio olvidado.

Una víctima frente a su verdugo.

Un borracho tirado afuera de una iglesia

Un cristo ensangrentado.

Una virgen llorando.

Una madre despidiendo a su hijo.

El viento murmurando tu nombre en mi oído.

La lluvia arrasando con todo.

Las piedras cayendo por un terremoto.

Una palabra silenciando a otra.

Un grito acallado.

Un paso detenido por un muerto.

Un disparo a quemarropa.

Un golpe certero.

Tus labios negando un beso.

Mi boca pidiendo compañía.

Mis letras gritando ser escuchadas.

Un oído suplicando música.

La yema de mis dedos ruegan por tus ojos.

Mis pasos mal dados.

El tiempo no vuelve.

Las cosas irrepetibles.

El día de ayer desperdiciado

Tu molestia infinita.

Mi acción absurda.

Tu enojo inevitable.

Un te amo temeroso.

Un aullido de madrugada.

Un hueso destrozado.

Una margarita seca.

Un mar molesto.

Un gato muerto.

Un niño perdido.

Un pez gritando su muerte.

Caminar por el puente de los suspiros.

Una piel desgarrada.

Un río muriendo lentamente.

Un mar desahogándose por medio de caracoles rotos.

Caminar al lado del río Grijalva sin ti.

Presenciar la muerte de un caracol.

Percibir la Ceiba desolada.

Ver la gloria en una celda de San Juan de Ulúa.



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