domingo, 21 de febrero de 2010

Casi nada, de hecho nada. Sólo estas líneas que se derraman por las orillas diciendo nada y llegan a la hoja en blanco tan sólo para mancharla, para ensuciar el papel intacto y virgen. Fue violado por estas palabras que dicen nada, la nada viola por vez primera a la nada, así pasa cuando hay nada qué decir y se obliga a decir algo a los dedos moribundos y cansados por decir nada.
Los antebrazos del cuerpo se hartan de ser obligados a ejercer movimientos innecesarios. La escritura es superflua para los brazos, los hombros, los antebrazos y los dedos. Para qué obligarles a decir nada.

Así se vive en muchas ocasiones pero nadie critica la excusa del vacío, de la quimera palabra desvanecida entre la boca y el papel o entre la pluma y los dedos fatigados de la palabra nada ( ) Vacío Nada Quimera Fantasía Irreal simulacro Entelequia Sueño Ensueño Apariencia Ficción.
Soñar palabras que salen de la nada para decir nada, ensoñar ideas que al final se vuelvan nada mientras se mencionan, provocar fantasías con sueños hechos con la boca y llevados por la palabra para terminar en la nada llamada irreal, provocar simulacros de palabras porque al final el verbo se evapora igual que el agua derramada los días santos que igualmente son ilusorios, el aparentar que la escritura es algo para después llevarla por los siete inframundos y terminar con nada en la boca y en las manos.

He dicho nada y siguen leyendo a una mujer que se la pasa diciendo silencio mientras todos los demás mencionan cosas importantes.
El Quijote, cómo lloré cuando lo leí en el hospital mientras me quitaban nada del cerebro porque la locura me tocaba, es decir, la nada me tocaba como lo hace ahora que escribo. La nada, el abismo sucumbo, ése mismo, ahora ya me entiende a la perfección.

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