Congelo el agua evaporada
bajo mi ropaje viejo,
sostengo e invoco al calor sumergido
en el verde seco de las hojas otoñales.
Adolorida estoy por sostener tu amarga caricia,
beso que das por una mirada incalculable,
olor perenne que interrumpe tu recuerdo,
sumergido estoy invocando tu deseo.
Musa desconocida te concibo
bajo mi tinta china y pincel de pelo marta.
No conozco la mirada de tu piel,
dibujo con palabras desconocidas
tus senos blandos
mientras murmuro la penumbra de tu sexo.
Una línea de luz me divide.
Un dibujo de acuarela me subyace.
Una silla de madera me contempla.
Una hoja blanca y tu mano morena me despiden.
miércoles, 5 de septiembre de 2007
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